El estadio Cuscatlán en la capital salvadoreña, fue un testigo más de un verdadero espectáculo, las gradas se pintaron de blanco y de azul y rojo para vivir la gran final de torneo Apertura 2015 entre Fas y Alianza, en el cual, el equipo aliancista se coronó campeón del torneo gracias a un gol del central y capitán Ramón Martínez de Paz al minuto 56.
Fas no mostró la garra tigrilla, ni los argumentos futbolísticos para reman contra corriente y remontar ese marcador y con ello, alarga una sequía de títulos que dudará con suerte, por lo menos seis meses más.
Tras los primeros minutos, Fas tuvo varias oportunidades, aunque el parado táctico de Alianza se mostraba seguro en esa línea de defensas y que dejaban a Fas en fuera de juego. Juan Carlos Portillo fue un jugador desequilibrante en algunas ocasiones corriendo por la banda y poniendo centros, uno de ellos teniendo como receptor a Anthony Roque quien no pudo definir.
Así transcurrió el partido, con algunas faltas y tarjetas amarillas y lesiones como las de Fito Zelaya quien abandonó el partido tras los primeros 20 minutos de juego. Así se fueron los primeros 45 minutos, en los cuales ambos equipos tocaban y hacían circular el balón, pero hasta ese momento no había mucho acercamiento a la portería rival y en muchas ocasiones el partido cayó y se vio aburrido.
El segundo tiempo se pintaba para más, Fas mostró un cierto interés de ir al ataque e incorporó al delantero salvadoreño Rafael Burgos, a pesar de ello, Alianza fue más efectivo y al minuto 56, Ramón Martínez de Paz subió al ataque y se encontró con un mal rechazo del portero tigrillo y un descuido total de la defensa de Fas y solo se dedicó a empujar la pelota y marcar el único gol del partido que significaría la victoria del equipo albo.
El equipo santaneco se fue al frente a tratar de emparejar las acciones y forzar a un tiempo extra, sin embargo, no mostraron opciones claras a gol que sumados a la buena labor defensiva del equipo del Alianza, le brindaron un nuevo campeonato a su noble afición la cual estalló en alegría