Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓN ACCION http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 22 de septiembre de 2020.
La reciente encuesta de la Universidad Francisco Gavidia y la amenaza de un cambio constitucional, en base a la nueva correlación de fuerzas reflejada por dicha encuesta, obliga a un análisis sobre la existencia, composición y tendencia de Nuevas Ideas y del pasado fracaso electoral contra este movimiento, de la coalición ARENA-PCN-PDC y, del enfoque para evitar una posible mayoría legislativa, que destruya el sistema republicano y democrático de nuestro país.
Nuevas Ideas, no es partido político ni movimiento político tradicional: pertenece al grupo de los “movimientos espontáneos”(Primavera Árabe, Indignados, ANTIFA etc.), que carecen de estructura orgánica, pero se nutren de las “contradicciones sociales” (según concepto de izquierda); se aprovechan de la desilusión causada por los partidos políticos tradicionales, que prometen cambios para mejorar la vida cotidiana, pero sólo crean políticos de “carrera”, que supeditan a su elección, los intereses nacionales, sobre utilizando las técnicas de la mercadotecnia, en el marketing político.
Zbigniew Brzezinski, politólogo estadounidense, de origen polaco, dice que la tecnología publicitaria, “hace” la política y, se encarga de “manejar” a las grandes masas, apelando al sentimiento y no, a la razón. Pudo apreciarse este proceso, en el manejo político de la campaña pasada: vimos a los candidatos Ortiz y Calleja, apelando al sentimiento, mientras Bukele, apelaba a las contradicciones sociales, especialmente a los conflictos internos de cada partido opositor, para debilitar la alianza en su contra: mientras, las cúpulas pactaban entre sí, sus bases desbarataban los acuerdos, utilizando a los mismos activistas de esos partidos.
No teniendo definnida estructura, creíase que Bukele, sólo contaría con escasos elementos, pero los seguidores de Bukele, se aglutinaron para las elecciones, siguiendo el comportamiento de un movimiento espontáneo (estructura molecular disipada). En este punto, entiéndese que el movimiento de Nuevas Ideas, es la sumatoria de los descontentos nacionales (particularmente de los partidos políticos) y que Bukele, con sus allegados es, en el movimiento un injerto, sólo para su provecho, saqueando las arcas del Estado.
Esta relación fue ya, explicada por Dagoberto Gutiérrez, antes del triunfo electoral de Bukele. Por ello, la posición del ex Ministro de Hacienda y del ex Presidente del Banco Central de Reserva, ha culminado en el cese de sus cargos, pues expusieron, a la luz pública, los manejos turbios, que pudiesen volver en su contra el movimiento que hoy lidera Bukele. Hay ya, descontento dentro de su militancia, por la elección de candidaturas impuestas, mostrando pequeñas escisiones.
Para controlar en la opinión pública, un cambio negativo, Bukele pretende competir y hacer quebrar a los medios privados de comunicació, provocando un cambio constitucional, que le permitiría desde presidencia, un mayor control sobre las instituciones del Estado que, sin ser dictadura formal, puede permitir, en la práctica, igual control.
Un mayor control de la Asamblea por parte de Bukele, sólo sería posible si no se denunciase sistemáticamente, el aberrante funcionamiento del Gobierno, desde la presidencia y, no se advirtiese, al más descreído ciudadano, de los peligros que conlleva cada acción del Gobierno. En cuanto más débil es, el poder económico de una persona, ésta tiene menos capacidad para apreciar el peligro en las acciones del Gobierno, cree que no le afectan directamente: sólo ve la corrupción de los políticos, señalado por Bukele, pero no ve que su forma de vida, está amenazada. Si depende su vida del trabajo diario, no especulará sobre lo que pasará en años subsiguientes, lo que implica la necesidad de una campaña en su lenguaje y necesidades, de las bondades del sistema actual y no, hacer campaña en base al asistencialismo.
Sólo comprendiendo el ser de Nuevas Ideas y de Bukele, podrá ser combatido.
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