Dos meses y medio después del inicio de la construcción de los edificios en las urbanizaciones Santa Lucía y Procavia, ambos proyectos habitacionales empiezan a tomar forma.
Próxima a esta urbanización, también en la ciudad de Santa Ana, se encuentra la de Procavia. Este proyecto habitacional está diseñado para 416 apartamentos, que se distribuirán en 52 edificios de dos niveles cada uno. Las obras en los edificios tienen un avance del 20 por ciento mientras que la urbanización está al 79 por ciento. En la actualidad, siete empresas trabajan en 19 edificios que albergarán 152 apartamentos. Según Fonavipo, ya se adjudicaron el resto de las viviendas a un grupo de empresas por lo que se espera que esta obra avance notablemente en la segunda mitad del año.
Siguiendo la dinámica de las visitas realizadas la semana pasada, el Presidente de la República, Mauricio Funes, recorrerá este lunes 11 de julio ambos proyectos habitacionales de Santa Ana para conocer sobre el terreno el avance de los mismos.
El mandatario lanzó este programa de vivienda social el 16 de julio de 2009 y se trazó como meta la construcción de 25 mil viviendas en colaboración con la empresa privada.
Los ingresos de las familias interesadas no podrán ser superiores a cuatro salarios mínimos y el valor máximo de la vivienda será $28,500.
La Urbanización Nuevo Belén, en San Miguel, es la primera terminada por Fonavipo. La venta de las casas avanza según lo previsto. De las 495 casas construidas, 241 están vendidas. Otras 120 más están reservadas.
Además, en la Urbanización Los Almendros, ubicada en el municipio de San Martín, San Salvador, se construirán 1,373 viviendas. Las primeras 491 ya fueron adjudicadas a varias empresas y en menos de un mes se echará a andar la construcción de las mismas. Otros dos proyectos más, Los Manantiales y La Providencia, también son ejecutados por Fonavipo. En total, son casi 4,500 viviendas las que se construyen con financiamiento público.
El programa Casa para Todos tiene como objetivos facilitar la adquisición de una vivienda para las clases populares y, al mismo tiempo, revitalizar el sector de la construcción, uno de los más afectados por la última crisis internacional.
En ese sentido, Fonavipo subsidia el valor del terreno a la hora de comprar la casa. Por ejemplo, en Nuevo Belén, a aquellos que han adquirido una vivienda se les ha descontado un mínimo de $1,600 de la hipoteca. A este subsidio se suma las bajas tasas de interés del seis y siete por ciento cuando se adquiere una casa con el Fondo Social para la Vivienda (FSV).