Periódico El País
indebida en la 2ª Avenida Sur, entre la 7ª y 9ª Calle Poniente. Su propietario dejó aparcado el carro
sobe la línea amarilla, la cual prohíbe hacerlo.
La infracción posiblemente hubiera pasado desapercibida para las autoridades, sin embargo a raíz
de trabajos que se realizaban en la 7ª calle, el motorista de la ruta 17 se vio obligado cambiar su
ruta e incorporarse a la referida avenida.
Evitando golpear el vehículo mal estacionado, intentó maniobrar hacia el otro extremo de la calle,
sin embargo un poste de energía eléctrica impedía que pudiera continuar su camino. Cuando
intentó retroceder ya tenía tras de él una larga cola de vehículos.
El tráfico que se generó en la zona se convirtió en un dolor de cabeza para los usuarios del
transporte colectivo y los mismos automovilistas. Al lugar se hizo presente personal policial
quienes intentaron dar con el paradero del responsable del vehículo, sin embargo fue en vano.
Por casi media hora se intentó mover el carro mal estacionado. Algunos sugerían que fuera
levantado por la fuerza de varios hombres, otros solicitaban la intervención de una grúa y la
opción más viable fue la de halarlo con una cuerda.
El tiempo transcurría y la tensión se hacía sentir cada vez más. Cuando ya se tenía la soga y se
disponían a sujetar el carro para removerlo, los trabajadores que habían bloqueado la 7ª Calle
permitieron el paso de los vehículos, liberándose aquel congestionamiento.
“Aquí lo que la policía debería de hacer es llevarse el carro con una grúa, mire todo el tráfico
que ha ocasionado y lo peor es que a veces se tardan horas en regresar. A los que no respetan
el reglamento tienen que sancionarlos”, manifestó una de las personas que presenciaron esta
escena, Raymundo Sandoval.
Antes de retirarse, las autoridades policiales (de seguridad pública y no de tránsito terrestre)
decomisaron las placas al vehículo y dijeron que la esquela sería impuesta cuando el propietario
llegara a solicitarlas a la delegación. Según el reglamento de tránsito, el estacionamiento en línea
amarilla es causal de remisión de vehículo y una multa de 57.14 dólares.
En el intento por pasar ni el autobús ni el vehículo resultaron dañados, gracias a la intervención
policial y la paciencia del motorista de la unidad de transporte.