El club de Los Huevones marcando historia en Sonsonate - Periódico EL Pais

El club de Los Huevones marcando historia en Sonsonate

El club de Los Huevones marcando historia en Sonsonate

El parque central de Sonsonate, ubicado frente al palacio municipal, es el punto de encuentro, para un grupo de señores, de la tercera edad, quienes se hacen llamar el club de Los Huevones, el cual nació un 25 d enero de 1991.

Pablo Guevara Sánchez “Morza”, Hugo Elton Arévalo “El Cuto”, Mauricio Antonio Conrado “Simiolon”; Sandor Wilfredo Osorio “El pingüino o cachucha” se reúnen en una banca específica, la más larga de todas, ya que fue hecha especialmente para que todos los integrantes la ocuparan.

Desde hace 27 años, el Club de los Huevones, se reúne en una de las bancas que se encuentra en el frontispicio de la comuna sonsonateca, con un solo objetivo, pasar un momento agradable entre amigos, sin embargo al preguntarles, ¿qué hacen durante la reunión de las huevones? la respuesta de los integrantes fue: “chambrear”, ponernos colas, se colocan en el cincho, rótulos obscenos, aquí se hacen bromas pesadas”, aseguró uno de los integrantes, quienes recuerdan sus anécdotas vergonzosas.

En el 2017, dos elementos del club fallecieron, pero los que aún viven prometen no dejar morir esta historia de la ciudad de Sonsonate y aunque las arrugas y el pelo blanco los haga lucir como personas mayores, el entusiasmo rejuvenece sus corazones y la de quienes los escucha.

La tecnología nos los ha vencido, ya que el Club de los Huevones tiene su fan page en Faceboo, además cada año durante las fiestas patronales crean su propia revista, con un contenido que asegura una carcajada de quienes la leen.

Sin embargo, las bromas no son lo único que reúne a los famosos “huevones” ya que todos los años, donan juguetes para la época navideña y repartirlos a los niños de escasos recursos, de Salcoatitán hasta Santa Catarina Masahuat y en las calles de Nahuizalco y Sonsonate, la iniciativa de estos hombres de la tercera edad, se ha realizado durante varios años, ya que las sonrisas de los pequeños que se ven beneficiados motiva a los integrantes del club a no dejar en el olvido acciones de este tipo.

Estos hombres son un claro ejemplo de que la alegría no tiene que ser únicamente para la juventud.

Por: Victoria Cabrera

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