Una vez acabado el décimo brote de ebola en la República Democrática del Congo, debe mantenerse la vigilancia frente a posibles rebrotes y el apoyo a los supervivientes
En una conferencia de prensa dada hoy para anunciar el fin del brote, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, ha señalado: «Este brote nos ha exigido mucho a todos —sobre todo al pueblo congoleño—, pero también nos ha proporcionado enseñanzas e instrumentos valiosos. Ahora disponemos de mejores recursos para hacer frente a esta enfermedad, porque se ha autorizado una vacuna y se han encontrado tratamientos eficaces».
El Dr. Tedros considera también que «debemos congratularnos de este logro, pero no caer en la autocomplacencia. Los virus no descansan nunca y, a fin de cuentas, la mejor defensa contra cualquier tipo de brote es invertir para reforzar los sistemas de salud como base para alcanzar la cobertura sanitaria universal».
Este brote, que se declaró el 1 de agosto de 2018 en la provincia congoleña de Nord Kivu, ha sido el segundo más amplio del mundo y ha presentado la dificultad en registrarse en una zona en conflicto. Se han contabilizado 3470 casos, 2287 defunciones y 1171 supervivientes.
Las actividades de respuesta, que han durado 22 meses, fueron dirigidas por el Gobierno y el Ministerio de Salud de la República Democrática del Congo, con el apoyo de la OMS y de otros asociados. Durante este periodo se formó a miles de trabajadores sanitarios; se registró a 250 000 contactos; se analizaron 220 000 muestras; se ofreció a los afectados un acceso equitativo a tratamientos avanzados; se administró a más de 303 000 personas la vacuna rVSV-ZEBOV-GP, que ha resultado ser muy eficaz; y se atendió a todos los supervivientes tras su curación.
La respuesta al brote se vio reforzada por el liderazgo y la participación de las comunidades afectadas. Gracias a su esfuerzo, no se ha producido una propagación internacional. Las más de 1500 personas desplegadas por la OMS se sumaron a más de 16 000 trabajadores locales de primera línea. También resultó fundamental la ayuda proporcionada por los donantes y la labor de los organismos asociados de las Naciones Unidas, las organizaciones no gubernamentales (tanto nacionales como internacionales), las redes de investigadores y los asociados en el terreno por conducto de la Red Mundial de Alerta y Respuesta ante Brotes Epidémicos. La ardua labor desarrollada para crear capacidad de preparación en los países vecinos también ha reducido el riesgo de que el brote adquiriera más envergadura.
Los progresos realizados serán la base de las actividades que se seguirán desarrollando para hacer frente a otros problemas de salud, como el sarampión y la COVID-19.
El Dr. Matshidiso Moeti, Director Regional de la OMS para África, ha comentado: «En los casi dos años en que hemos estado luchando contra el virus del ebola, la OMS y sus asociados han ayudado a fortalecer la capacidad de las autoridades sanitarias locales para hacer frente a los brotes».
El Dr. Moeti ha añadido que «hoy en día, la República Democrática del Congo puede responder al ebola con mayor eficacia, inteligencia y rapidez. Además, todo ello ayudará a luchar contra la COVID-19 y contra brotes de otras enfermedades».
En un momento en que los países de todo el mundo se enfrentan a la pandemia de COVID-19, la respuesta al ebola en la República Democrática del Congo nos ofrece enseñanzas valiosas. Muchas de las medidas de salud pública con las que se ha logrado poner fin al ebola son ahora esenciales para detener la COVID-19: buscar, aislar, analizar, atender a todos los afectados y realizar una tarea permanente de rastreo de contactos.
En la República Democrática del Congo, se formó a agentes comunitarios y se les dotó de una aplicación para teléfonos móviles que permite recoger datos, buscar a contactos e informar al instante de su detección, lo cual ha evitado tener que rellenar tediosos impresos en papel. Incluso cuando la violencia obligó a cerrar ciudades, estos trabajadores comunitarios, muchos de los cuales son mujeres de los propios municipios, siguieron utilizando la aplicación para localizar a contactos y hacerles un seguimiento, una tarea que resultó fundamental para ayudar a hacer frente al brote.
Aunque el décimo brote de ebola en este país africano ha terminado, la lucha contra esta enfermedad continúa. De hecho, el 1 de junio de este mismo año se notificaron siete casos en la ciudad de Mbandaka y en la zona sanitaria vecina de Bikoro (provincia de Equateur), en lo que constituyó el undécimo brote declarado. Para prestar apoyo a la respuesta que está dirigiendo el Gobierno congoleño, la OMS ha enviado a más de 50 funcionarios y ha vacunado a más de 5000 personas.