El Salvador recibió US$3,337.2 millones de ingresos de remesas familiares de enero a septiembre, superando en US$191.78 millones a lo registrado en el mismo período del año anterior y alcanzando una tasa de crecimiento de 6.1% interanual, informó el Banco Central de Reserva.
Solo en el mes de septiembre ingresaron al país US$362.74 millones de remesas familiares, reflejando un crecimiento de 4.7% con respecto al mismo mes del año anterior. Las remesas familiares contribuyen a mejorar las condiciones de vida de aproximadamente 1.3 millones de personas, según la Encuesta de Hogares y Propósitos Múltiples (EHPM) 2014.
Las remesas son la segunda fuente de ingresos externos que tiene el país después de las exportaciones; la mayor parte de las remesas recibidas proceden de Estados Unidos, donde vive aproximadamente el 89% de la población salvadoreña residente en el exterior, indicó la fuente oficial.
Según los datos del Banco Central, entre los meses de enero y septiembre de este año se liquidaron 17.1 millones de operaciones, de las cuales 3.8 millones corresponden a recargas desde el exterior a teléfonos celulares de residentes en el país y 13.3 millones a transferencias de dinero; estas últimas tuvieron una tasa de crecimiento de 7.4%. Entre los mismos meses, los bancos pagaron US$1,690.5 millones equivalentes a 6.4 millones de operaciones, con una participación de 50.7%. Las federaciones de cooperativas, agentes y otras empresas tuvieron un peso de 46%, el resto fue trasladado por familiares, amigos o encomenderos.
La tasa de desempleo total de Estados Unidos fue de 5%, levemente superior en 0.1 puntos porcentuales respecto a la registrada el mes anterior; en tanto la hispana registró un aumento de 0.8 quedando en 6.4%, lo que se reflejó en una reducción de 0.6 puntos porcentuales en el desempleo hispano (141 mil personas); en septiembre, en cambio, la economía creó 156 mil nuevos empleos.
En cuanto a las remesas registradas por otros países al mes de septiembre, Guatemala alcanzó los $5,275.3 millones y creció 14.8% y Honduras $2,924.2 millones a una tasa de 5.4%; al mes de agosto, México registró una tasa de 6.6% y Nicaragua 5.1%. Los datos reflejan el beneficio que están teniendo los países al contar con una mayor cantidad de recursos que contribuyen a mejorar las condiciones económicas de los receptores.
Sobre los hogares receptores de remesas
Al comparar el número y distribución de hogares que reciben remesas familiares, brindado por las encuestas de hogares de los años 2007 y 2014, puede observarse como la recepción a nivel nacional se ha reconfigurado. En primer lugar, es notable que el número de hogares receptores se ha reducido de 26.7% del total en 2007 a 20.4% en 2014; acompañado de ese comportamiento, también los porcentajes de remesas respecto al PIB han tenido una notable reducción, bajando de 18.4% del PIB a 16.5%.
Acompañando esos cambios, también los datos por departamento han tenido variaciones importantes. En 2007, La Unión y Ahuachapán, en su orden, tuvieron el mayor y menor porcentaje de hogares receptores, mientras que en la encuesta de hogares más reciente esos puestos los ocupan La Unión y San Salvador. Aún cuando La Unión ocupa el primer lugar, el porcentaje de hogares receptores ha bajado desde un 50.7% hasta 45.5% del total.
En 2014, los departamentos de la zona occidental y central eran los menores receptores de remesas (Ahuachapán, La Libertad, Sonsonate y San Salvador), mientras que en esas 4 posiciones en 2007 se encontraban departamentos de la zona paracentral como La Paz y Cuscatlán.
Todos los departamentos presentan menor porcentaje de hogares receptores a partir de esta comparativa, observándose que los departamentos con las mayores reducciones son Sonsonate y Morazán, con caídas de más de diez puntos en el indicador.
A pesar del comportamiento demográfico, los indicadores muestran una caída del número de hogares y personas que se benefician de las remesas familiares. Como puede observarse, en el tiempo se reconfiguran los patrones observados en cuanto a la recepción de remesas en el territorio nacional, debido a los cambios demográficos y los flujos migratorios.