- Mientras unos se rasgan las vestiduras por propuestas que no hacen daño a nadie, el papa Francisco sigue rompiendo moldes y dejando sin argumentos a los presuntos guardianes de la moral y las costumbres.
Cuando el ayuntamiento de Madrid que lidera Manuela Carmena tanteó la posibilidad de que hubiera una mujer como Reina Maga en la Cabalgata de Reyes, muchos pusieron el grito en el cielo ante lo que consideraronuna idea peregrina de la alcaldesa.
Pues bien, este 1 de enero de 2016, en la Solemne Misa de Año Nuevo celebrada en San Pedro por el papa Francisco, ha habido Reina Maga.
En el momento anterior al ofertorio de la Misa, tres jóvenes vestidos de los Reyes Magos han llevado las ofrendas al altar, y uno de ellos era una niña. Nada raro, y sí un gesto muy simpático, que vuelve a dejar claro que al Papa no le duele romper los esquemas de aquellos que no son capaces de separar lo importante de lo accesorio.
Así, ha recalcado que la paz debe ser tanto «cultivada» como «conquistada». «Esto da lugar a una verdadera lucha, un comportamiento espiritual que tiene lugar en nuestro corazón», ha aseverado.
Así puede leerse en el mensaje redactado por Francisco para la celebración de la XLIX Jornada Mundial de la Paz, que la Iglesia católica celebra el 1 de enero, en esta ocasión con el lema ?Vence la indiferencia y conquista la paz?.
Arrastrar a la criminalidad
En el texto, el Pontífice alerta de que de no respetarse esos derechos, se corre ?el riesgo? de ?arrastrar a la criminalidad? a los migrantes. ?Deseo, además, en este Año Jubilar (en referencia al Año de la Misericordia que arrancó el pasado 8 de diciembre), formular un llamamiento urgente a los responsables de los Estados para hacer gestos concretos en favor de nuestros hermanos y hermanas que sufren por la falta de trabajo, tierra y techo?, agrega.
El mensaje también incluye llamadas directas a superar ?la indiferencia? para alcanzar la misericordia a distintos colectivos además de los gobernantes, como las familias, los educadores, los medios de comunicación y los profesionales de la cultura.
Y no deja la oportunidad de dar un ?tirón de orejas? a la propia Iglesia: ?En nuestras parroquias, en las comunidades, en las asociaciones y movimientos, en fin, dondequiera que haya cristianos, cualquiera debería poder encontrar un oasis de misericordia?.
Además, hace ?un triple llamamiento para que se evite arrastrar a otros pueblos a conflictos o guerras que destruyen no sólo las riquezas materiales, culturales y sociales, sino también ?y por mucho tiempo? la integridad moral y espiritual, para abolir o gestionar de manera sostenible la deuda internacional de los Estados más pobres, para la adoptar políticas de cooperación que, más que doblegarse a las dictaduras de algunas ideologías, sean respetuosas de los valores de las poblaciones locales y que, en cualquier caso, no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer?.
Francisco, que nuevamente vuelve a referirse a un contexto de ?tercera guerra mundial en fases?, pide sin embargo ?no perder la esperanza en la capacidad del hombre de superar el mal?, y trabajar en cuestiones como la lucha contra el cambio climático y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
(Con información de Servimedia)