Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
Editor de PUBLICACIÓNACCION http://publicacionaccion.blogspot.com
San Salvador, 12 de marzo de 2020.
Utilizar para sí, la frustración e impotencia socialmente acumuladas, dirigiendo el objeto de la frustración, hacia el opositor político, cabe definírsele como “populismo punitivo”: genera una tensión social innecesaria, peligrosa para el mismo que la utiliza.
La acumulada frustración, por el abandono de principios ideológicos, sin satisfacer los requerimientos sociales de paz, orden y libertad, afectan a la población y ver que los partidos políticos han manipulado sus procesos internos, para asegurar candidaturas y el ejercicio del poder soberano, genera frustración, que afecta al funcionario que consiguió su candidatura por medio de la manipulación, dicha frustración se extiende al partido y luego, al sistema. Así se originan, el voto de castigo (voto en favor del contrario) y la abstención.
Este rechazo, generalizado hacia el sistema y a los funcionarios partidarios; ha sido aprovechado por Nayib Bukele, porque la sociedad quiere “un cambio”, que mejore su condición y apoya al que lo ofrezca. Deja Bukele, a la imaginación del ciudadano, cómo será ese cambio, y utiliza el castigo (acción punitiva) para su beneficio.
Esta estrategia, ha sido aplicada contra los diputados opositores, en beneficios de los futuros candidatos, favorables a Nayib Bukele. Las diputadas Milena Mayorga y Felissa Cristales, siguen la misma estrategia, explotando los resentimientos, por las manipulaciones internas pasadas en ARENA, evitando que sus afiliados, mantengan, para ese partido, un voto de castigo y que no puedan recomponerse.
En la campaña presidencial pasada, mientras las cúpulas partidarias del PDC y PCN, recibían financiamientos de ARENA, las bases y estructuras de éste, votaron por Nayib Bukele, como rechazo a las manipulaciones políticas de sus cúpulas. Y Bukele, tuvo la habilidad de explotar esto, ofreciendo un “cambio” a estos descontentos, para que rompieran la unidad partidaria de sus partidos. ARENA fue víctima también de esta estrategia, durante la campaña presidencial pasada. Continúa este proceso hasta la fecha, con pocos cambios tácticos.
En la actualidad, el cierre de los penales y, todas las restricciones que ello conlleva, siguen esta misma estrategia, pues mientras el Gobierno se muestra con mano dura hacia las pandillas, sus funcionarios dicen a los afectados, a soto voce, “que esto es pasajero”: que cumplirán las disposiciones de los Jueces Penitenciarios, luego que se alcancen los objetivos propagandísticos, programados para alcanzar la aprobación de todos los requerimientos en materia de seguridad, planteados por el Ejecutivo, utilizando el resentimiento y temor generados por el crimen.
Implica esta estrategia, satisfacer las pretensiones de los grupos de Izquierda, de abrir los archivos militares, aunque tengan que reconstruirse o inventarse; por la exigencia y pretensiones punitivas de Derechos Humanos, debido a que justificarían jugosas pretensiones económicas y, para que estos, no señalen las violaciones de Derechos Humanos, del presente Gobierno. Este “Quid Pro Quo” (intercambio de acciones, o un toma y daca) con estas organizaciones, puede, a la larga, abrir una puerta que favorezca a grupos LGTBI (Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transgénero), y de allí, derivar hacia otras posiciones de la izquierda ideológica (economía y propiedad), con tal de asegurar, con violaciones a los Derechos Humanos su tranquilidad política.
Esta estrategia, puede aplicarse, al pánico generado por el coronavirus, culpando a otros de desabastecimiento o, de negligencia sanitaria, justificando, por el pánico general, medidas extremas: restricciones a la libertad o, elevación del gasto público, hasta el infinito.
Para esta estrategia, es necesario que el partido de gobierno, se comporte también como oposición, sin que se haga público, este desdoblamiento de la personalidad del partido de Gobierno: todo depende del dominio de los medios, pero si el público entiende esta maniobra, sus efectos se revertirán contra Bukele.