El paro de labores anunciado por los distribuidores de gas propano a nivel nacional, ya se ha hecho sentir también en la ciudad morena, en donde se ha podido observar a muchas personas que han llegado a los centros de abastecimiento a solicitar un tambo de gas y han obtenido como única respuesta “no tenemos, no nos han traído gas desde ayer” y se han tenido que regresar literalmente, con los tambos vacíos.
Don Mario Ramírez, llegó a Tropicentro en busca de un tambo de gas de 25 libras, sin embargo la respuesta que obtuvo fue la misma “no tenemos gas”. En un lapso de al menos 2 horas, fueron más de 25 personas quienes acudieron a este centro de distribución y tuvieron que regresarse con el mismo tambo que llegaron, “Nos está afectando a todos, más a los pobres, vamos a tener que utilizar leña” bromea Don Mario.
Según Blanca Zelaya, empleada de Tropicentro ellos no recibieron ninguna notificación formal de la suspensión de los trabajos de distribución por parte de la planta, “solamente no están despachando, me imagino que es por lo de la huelga” comenta.
Sin embargo no todas las empresas están apoyando el paro, por ejemplo en Z-Gas, nos informaron que el encargado de la distribución de los tambos de gas estaba realizando entregas al momento de nuestra visita, “ahorita ha salido, anda en la bicicleta, va a dejar unos tambos y después regresa por otros, ellos no han dejado de vender” comenta un vigilante privado.
El origen de la paralización de labores en las plantas se debe al malestar por el detrimento que han tenido los márgenes de ganancia por tambo de gas vendido, el cual rondaba los $ 0.86 Ctvs. En cada tambo de 25 lbs. Mientras que actualmente solamente perciben $ 0.55 centavos. En total a nivel nacional fueron 350 distribuidoras de gas propano las que apoyaron esta acción de hecho.
Sin embargo, al igual que muchas medidas de presión que adoptan las empresas o instituciones, los más perjudicados son los salvadoreños, que ante la falta de mecanismos de opinión pública, poco o nada pueden hacer para expresar su malestar y brindar propuestas de solución a las autoridades competentes.