Periódico El País

Seis niñas santanecas fueron parte del equipo de fútbol calle que participó a principios del mes de
abril en la Copa Mundial de Fútbol Calle realizada en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil. Además de
las santanecas, el equipo contó con la presencia de tres niñas provenientes de San Salvador.
Esta justa deportiva se realiza bajo la iniciativa de la organización de la copa mundial y la
organización internacional Save The Children, con el objetivo de garantizar a los niños y niñas sus
derechos. En esta ocasión participaron 19 países, de los cuales El Salvador se logró agenciar el
tercer lugar y por ende la medalla de bronce del campeonato mundial.
Para poder participar en el campeonato mundial, las nueve niñas tuvieron que someterse
a un torneo nacional, obteniendo el primer lugar y adjudicándose un espacio en el torneo
internacional, en donde convivieron con delegaciones de Brasil, Filipinas, Pakistán, Estados Unidos,
Nicaragua, entre otros.
Luego de perder la semifinal y quedar fuera del partido más importante del torneo, las niñas
tuvieron su revancha y oportunidad para adjudicarse el tercer lugar. El partido, según las
pequeñas, fue difícil pues perdían 1 – 0 ante su similar de Mozambique, pero lograron el empate y
obligaron a prolongar el encuentro hasta la tanda de pénales.
Ya en esa instancia, gracias a una atajada de la portera salvadoreña las nacionales lograron la
medalla de bronce. El marcador final fue de 6 – 5. La campeona en este torneo mundial fue Brasil,
país sede.
Esta delegación estuvo conformada por niñas de escasos recursos económicos y que residen en
situaciones de riesgo. En el caso de las santanecas procedentes de sitios como la colonia Emanuel,
Cutumay Camones, la terminal de buses Francisco Lara Pineda, entre otros. Todas, favorecidas con
el programa Ángeles Descalzos de la Asociación Salvadoreña Pro Salud Rural (ASAPROSAR).
El resto son niñas atendidas por la Fundación Viva (FUNDAVIVA) de San Salvador. En ambas
fundaciones las niñas reciben atención cristiana, refuerzo de valores morales y espirituales,
educación, emprendedurismo, entre otros. Según la fundadora de ASAPROSAR, Vicky Guzmán,
ellos tienen más de 22 años de atender a niños y niñas que residen en condición de extrema
pobreza y carencia de oportunidades.
Como muestra de reconocimiento, las autoridades de ASAPROSAR y la Alcaldía Municipal de Santa
Ana entregaron diplomas y medallas al mérito a las nueve pequeñas, también extendieron el
agradecimiento al resto de personas que acompañó la delegación. Entre ellos directores de las
escuelas donde estudian las niñas, cuerpo técnico, padres de familia, etc.