El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales detalló que los estudios realizados por los expertos, el pasado día lunes 14 de mayo, revelaron que la proliferación de algas marinas en estado de descomposición, no son tóxicos para la salud de los pobladores o quienes visiten el lugar, esta se trata de una cianobacteria, de la familia de las Oscillatorias, y del género Lyngbya.
El informe detalla que las mediciones de gases realizadas por el equipo de vulcanólogos no mostraron cambios relacionadas a la actividad volcánica. Los resultados obtenidos en el lugar durante esta visita son similares a los que se han registrados desde el año 2016.
A diferencia de las proliferaciones algales de años anteriores, en las que el agua se tornó color turquesa, este tipo de cianobacteria se visualiza como manchas color café pardo, distribuidas en los márgenes del lago, donde se observan aglomerados en descomposición y se notan constantemente al inicio de la temporada de lluvias, que llevan nutrientes por escorrentía al lago desde la parte alta de la cuenca.
No obstante, se debe tener precaución necesaria, para evitar riesgos.
La titular del Ministerio de Medio Ambiente ha solicitado a ANDA que continúen abasteciendo del vital líquido a los lugareños, en los próximos días, es decir, hasta que termine el fenómeno.
Además la ministra del MARN, Lina Polh, hizo un llamado a los lugareños, a consumir agua de los tanques instalados por ANDA, para evitar cualquier peligro.
En cuanto al consumo de peces, aseguró que no presenta ningún riesgo. “Es imposible que esto (microalgas marinas) llegue y si llega, lo hará en pequeñas concentraciones, se alojará en los intestinos, y bueno, se le sacan al pez para su consumo; para bañarse esto afectará a aquellas personas que son sensibles de su piel y puede provocar irritaciones, así que si usted lo es, no lo haga, por lo menos en estas próximas dos semanas que estaremos viendo la presencia de las microalgas” agregó Polh.
Por su parte, Jaime Espinoza, jefe de la Unidad de Humedales del MARN, explicó que dentro del género Lyngbya hay variadas especies que su mayoría no son tóxicas, pero un grupo minoritario sí
En Centroamérica no existe la tecnología para verificar la posible toxicidad de estas microalgas, las cuales han sido poco estudias.