Fuente DW
La OMS también emitió nuevas directivas respecto a la composición de las máscaras de tejido no médico, advirtiendo que deben constar de, al menos, tres capas de material diferente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó este viernes (05.06.2020) que en lugares con transmisión generalizada de coronavirus todas las personas que no puedan mantener con otras la distancia de dos metros, como por ejemplo en el transporte público, tiendas o espacios cerrados con mucha gente, utilicen mascarillas o tapabocas de tela.
En una actualización de su guía de consejos sobre este elemento de protección, la organización considera que a medida que los países van levantando las medidas de confinamiento y las restricciones de movimiento es necesario que las personas las utilicen para protegerse en situaciones en las que no se puede aplicar la distancia social recomendada.
Antigua recomendación
Hasta ahora, la OMS solo recomendaba –según su guía del pasado 6 de abril– el uso de mascarillas para la gente que atendía a personas potencialmente contaminadas, o que tenían tos o estornudos; así como para el personal sanitario.
«Los Gobiernos deberían alentar a la ciudadanía a portar mascarilla cuando hay una transmisión generalizada [del coronavirus] y es difícil establecer un distanciamiento social, como sucede en el transporte público, en tiendas o en otros lugares concurridos o confinados», indicó el director general de la organización, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
«En áreas con transmisión comunitaria, aconsejamos que las personas mayores de 60 años, o aquellas con condiciones de salud subyacentes, utilicen una máscara médica en situaciones donde el distanciamiento físico no es posible», agregó.
«Las máscaras, por sí solas, no protegen de la COVID-19»
Tedros subrayó que las máscaras eran solamente una parte de una estrategia eficaz para suprimir el virus y podían llevar a la gente a una falsa sensación de seguridad. Dijo que no reemplazaban el distanciamiento físico ni la higiene de las manos.
«Las máscaras, por sí solas, no protegen de la COVID-19», precisó en una conferencia de prensa virtual. «Encontrar, aislar, realizar pruebas y cuidar cada caso. Luego rastrear y poner en cuarentena a todos los contactos. Eso es lo que sabemos que sí funciona. Esa es la mejor defensa de cada país contra la COVID-19», añadió.
Mascarilla de tela
La experta del Departamento de Emergencias Sanitarias de la OMS, April Beller, explicó a Efe que hay nuevas evidencias científicas (a partir de investigaciones de las universidades de Stanford y Colorado) sobre las máscaras de tela, los diversos materiales de los que puede estar hechas y el nivel de protección que confieren.
Beller explicó que lo ideal es combinar las telas y que la mascarilla tenga tres capas, utilizando el material más absorbente (por ejemplo, el algodón) más cerca de la boca, lo que hará que, si se tose, las gotas de saliva se queden allí.
La guía orientativa de la OMS recalca que no todas las máscaras de tela tienen la misma calidad de filtración, uno de los factores determinantes para su efectividad. Los materiales a considerar en la fabricación de una mascarilla eficaz son el polipropileno, el algodón y el poliéster, y la celulosa y la seda como últimas alternativas.
«La distancia es la mejor prevención que existe. Si no es posible, ¿por qué la tela? Porque las mascarillas quirúrgicas deben ser guardadas para el personal sanitario», dijo Beller.
Una excepción debe ser hecha para las personas de más de 60 años o que padecen enfermedades crónicas, a quienes ahora la OMS también recomienda el uso de mascarillas médicas.
La mascarilla de tres capas
Así, Beller explicó que lo ideal es combinar las telas y que la mascarilla tenga tres capas, utilizando el material más absorbente (por ejemplo, el algodón) más cerca de la boca, lo que hará que, si se tose, las gotas de saliva se queden allí. Por fuera debería ir el material más repele el agua, como el poliéster, mientras que como filtro (al medio) se podría utilizar el polipropileno, que es el material que se utiliza en las mascarillas quirúrgicas.
En muchos países las mascarillas más utilizadas son las de algodón hechas de manera artesanal, sea porque las mascarillas quirúrgicas escasean, porque están reservadas para el personal médico o porque resultan más baratas.
Utilizarlas es mejor que nada, pero el problema que tienen es que «absorben mucho el agua, así que cuando se mojan hay que cambiarlas porque pueden estar contaminadas», mencionó Beller.