DOHA, 26 oct (IPS/Al Jazeera) – Japón busca desesperadamente lugar para almacenar decenas de miles de toneladas de agua altamente contaminada y usada para enfriar los accidentados reactores de la central nuclear de Fukushima Daiichi.
Unas 200.000 toneladas de agua radiactiva, suficientes para llenar más de 50 piscinas olímpicas, están siendo acopiadas en tanques gigantes construidos en torno a la planta, ahora clausurada.
La corporación privada Tokyo Electric Power Company (Tepco), responsable de la central, taló varios árboles para hacer lugar a más tanques, y pronosticó que la cantidad de agua se más que triplicará en los próximos tres años.
«Es un tema apremiante porque el almacenamiento de agua tiene sus límites, hay un espacio limitado», dijo el gerente japonés de tratamiento de aguas Yuichi Okamura, en entrevista exclusiva con la agencia de noticias AP.
Volcar enormes cantidades de agua para enfriar los reactores fue la única forma de evitar una catástrofe aún mayor luego de que estos se vieran afectados por un tsunami y un terremoto el 11 de marzo de 2011.
Okamura recuerda cuán desesperadamente buscó formas de derivar el agua a las piscinas de combustible usado ubicadas en el piso más alto de la central, de 50 metros de alto.
Sin agua, el combustible usado probablemente se habría sobrecalentado y derretido, causando nubes de humo radiactivo de varios kilómetros de alcance y posiblemente afectando a millones de personas.
Pero las medidas tomadas para mantener la planta bajo control causaron otro dolor de cabeza para la compañía a cargo: ¿qué hacer con toda el agua radiactiva que se filtró de los reactores dañados y que fue recolectada en sótanos de la central y en instalaciones cercanas?
«Por entonces, nunca esperábamos que agua altamente contaminada fuera a parar en la sala de turbinas», admitió Okamura.
Al funcionario se le encargó la creación de un sistema de tratamiento que limpiara el agua para poder volver a usarla como refrigerante, además de reducir los riesgos de salud para los trabajadores y los daños ambientales.
Al principio, la compañía desvió el agua a tanques de almacenamiento ya existentes cerca de los reactores.
Agua contaminada
El equipo de Okamura, de 55 miembros, trabajó rápidamente para instalar una unidad de tratamiento en pocos meses, siendo un proyecto que normalmente toma dos años, indicó.
Con ese equipamiento, Tepco pudo hacer circular el agua reprocesada nuevamente en los núcleos de los reactores.
A pesar de que estos están siendo enfriados hoy exclusivamente con agua reciclada, el volumen total del agua radiactiva sigue creciendo, sobre todo debido a que las grietas en los reactores y en los sótanos de las salas de turbinas están permitiendo que se contaminen los recursos hídricos subterráneos.
El mes próximo, el grupo de Okamura pretende activar un nuevo equipamiento purificador usando tecnología de la empresa Toshiba Corp.
«Usando el sistema ALPS, teóricamente, todos los productos radiactivos pueden ser purificados hasta ubicarse por debajo de los niveles de detección», señaló.
Pero, mientras tanto, los tanques se van llenando.
Masashi Goto, ingeniero nuclear y conferencista universitario, alertó que el agua contaminada suponía una gran amenaza a largo plazo para la salud y el ambiente.
Dijo estar especialmente preocupado porque el agua radiactiva en los sótanos estaría infiltrándose en el sistema hídrico subterráneo, por cuyos canales podría llegar mucho más lejos y posiblemente alcanzar el océano o suministros de agua públicos.
«Hay piscinas con unas 10.000 o 20.000 toneladas de agua contaminada en cada planta, y hay muchas de esas. Trasladar todo eso a un solo lugar significaría tratar cientos de miles de toneladas de agua, lo cual es una locura en sí», dijo Goto.
«Es una cantidad escandalosa, realmente escandalosa», añadió. La planta tendrá que manejar el agua contaminada hasta que todo el combustible derretido y otros escombros sean removidos, proceso que tomará fácilmente más de una década.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.