La Asamblea Legislativa instaló este 21 de agosto una sesión para interpelar (interrogar) a Merino por las actividades militares desarrolladas en la referida fecha y que fue catalogada por los diputados como un «intento de golpe de Estado».
«Las cosas no sucedieron como ustedes han planteado», dijo el ministro al comienzo de su intervención, en la que negó que la Fuerza Armada haya realizado una operación militar y que tenga una posición política favorable a Bukele.
Tras resolver cerca de una veintena de cuestionamientos de los diputados, Merino repitió que «no se realizó ninguna operación militar» y se negó a responder otras preguntas que, a su juicio, eran «hipotéticas». Merino descargó la responsabilidad del despliegue militar en el Estado Mayor Presidencial, que es el encargado de la seguridad del mandatario, y apuntó a que el diputado oficialista Guillermo Gallegos autorizó la entrada al salón de sesiones.
Para el ministro, Gallegos, de la oficialista Gran Alianza por la Unidad Nacional (GANA), estaba en calidad de presidente interino de la Asamblea Legislativa, pese a que no había ninguna convocatoria oficial de sesión plenaria ni de alguna comisión a su cargo.
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El 9 de febrero pasado, Bukele convocó a cientos de sus seguidores a la entrada principal del Parlamento, que era vigilada por soldados y policías antidisturbios. Luego el mandatario ingresó al Congreso con militares y policías armados con fusiles de asalto para exigir la aprobación de un polémico préstamo para financiar un plan de seguridad contra las pandillas. Tras ingresar al recinto legislativo, se sentó en la silla del presidente de la Asamblea Legislativa, tocó el gong y simuló iniciar una sesión en la que oró.
Posteriormente salió para encontrarse con sus seguidores y dijo: «Si quisiéramos apretar el botón, solo apretamos el botón» y pidió paciencia a sus seguidores, quienes gritaban «¡insurrección, insurrección, insurrección!».
Esta acción prendió las alarmas internacionales, por lo que diversas instancias pidieron respetar la democracia en el país y el Tribunal Supremo ordenó al mandatario no utilizar al Ejército para fines distintos a los establecidos en la Constitución. Merino repitió hoy durante la primera parte de la interpelación la versión de Bukele de que la presencia de militares se debía al resguardo de su seguridad.
jov (efe, tagesschau)
Fuente: DW