A Francisco Rubio todos le dicen Frank. Nació en Estados Unidos, creció en El Salvador, estudió en Colombia y es un soldado retirado del Ejército estadounidense. Está en la EEI y no podrá regresar hasta septiembre.
Se llama Francisco, pero todos le dicen Frank. Aunque nació en California, sus padres son salvadoreños y él mismo creció en El Salvador y estudió varios años en Colombia. Pero luego ingresó al Ejército de Estados Unidos, donde tiene un currículo impresionante: paracaidista y piloto con miles de horas de vuelo, 600 de ellas en misiones de combate en Bosnia, Irak y Afganistán. No resulta extraño, pues, con esa experiencia y un reconocido don de mando, que terminara convertido en astronauta y viajara a la Estación Espacial Internacional tras superar una serie de exigentes pruebas en las que derrotó a otros 18.000 aspirantes.
Seguramente Frank Rubio no imaginaba el 21 de septiembre de 2022, día en que llegó a la EEI en una nave rusa Soyuz MS-22, que su estancia de seis meses se extendería por hasta seis meses más. El problema es que la nave que lleva y trae de vuelta a los astronautas, tuvo un problema técnico (fuga en el sistema de refrigeración, aparentemente causada por basura espacial) que hace inviable un viaje seguro. Y para peor, cuando los rusos iban a enviar para el rescate la nave Progress MS-21, en febrero, también detectaron un problema en el sistema de refrigeración.
Temerosos de hallarse ante una falla de diseño, inspeccionaron acuciosamente otra nave, la Soyuz MS-23, la que finalmente fue enviada a la Estación Espacial Internacional el pasado 24 de febrero, con media tonelada de carga, entre la que hay víveres, ropa y artículos para limpiar la estación. Esa será la nave en la que Rubio, además de los cosmonautas rusos Serguei Prokopiev y Dmitri Petelin, podrán volver a la Tierra. Para ello, sin embargo, tendrán que esperar hasta septiembre.
Orgulloso de El Salvador
Entrevistado por Univisión, Rubio se mostró despreocupado por la posibilidad de romper el récord de estadía en la estación, y más bien dijo que estaría feliz de volver antes a la Tierra «para estar con mi familia” (está casado y tiene 4 hijos). También habló de sus experimentos con cultivos hidropónicos y aeropónicos, con los que se busca avanzar en el cultivo sustentable de alimentos para futuros viajes a la Luna y Marte. «Estos experimentos sirven para saber cómo crecen las plantas en un entorno espacial”, explicó.
Rubio, que además es médico, habla español muy bien porque si bien tiene la nacionalidad estadounidense, se crio en El Salvador. Él mismo lo ha destacado en sus entrevistas. «Pasé mis primeros seis años en El Salvador, mis primeras memorias son de El Salvador, y por eso para mí es un gran orgullo representar al pueblo salvadoreño”.
Este martes la averiada Soyuz MS-22 volvió a la Tierra para ser inspeccionada y, lo más importante de todo, quedó zanjado ya el tema del rescate de los astronautas y cosmonautas, en un escenario de extraña cooperación entre Rusia y Estados Unidos, en medio de la crisis política desatada por la invasión de Ucrania.
Diego Zúñiga (con información de EFE, Univisión, Euronews, La Prensa Gráfica y El Tiempo)