Washington
botellas plásticas de agua a los visitantes sedientos. La mayor parte de las
botellas vacías aparecían en los basureros o y algunas en los trayectos de paseo
en el límpido parque. Hoy, los visitantes sedientos deben traer sus propias
botellas, o comprar botellas de metal reutilizables en el centro de visitantes, y
llenarlas en alguna de las seis fuentes de agua del parque.
En lugar de estar buscando entre los pocos espacios para estacionar en el centro
de visitantes de Zion, la mayor parte de los turistas han aprendido que es
preferible abordar los autobuses gratuitos que llevan pasajeros al parque. En 2009
el 63 por ciento de los visitantes abordaron uno de esos vehículos en un pueblo
cercano en lugar de manejar hasta el parque, que tiene 593 kilómetros cuadrados
de extensión. Este parque en Utah, estado en el sudoeste del país, contiene
cañones profundos e inmensas piedras rojas.
Zion es uno de los 35 parques que intentan no perjudicar el clima (ver el sitio en
inglés
de efecto invernadero en el sistema de parques nacionales de Estados Unidos y
para enseñar a los visitantes cómo limitar su propio impacto en el medioambiente.
Todos los parques cualificados para ser parte de ese programa ha hecho un
inventario de gases de efecto invernadero y elaborado un plan que determina las
metas para reducir las emisiones y del uso de la energía, así como para hacer
campañas de información pública. Se estima que para fines del año 2010 el
programa se ampliará a 65 participantes, a medida que los parques completen sus
planes.
— Hace pocos años el Parque Nacional Zion vendía más de 60.000Climate Friendly Parks), una iniciativa para disminuir las emisiones del gas?El año pasado nuestros parques recibieron a 270 millones de visitantes?, dijo
Shawn Norton, jefe de operaciones sostenibles y cambio climático en el Servicio
Nacional de Parques de Estados Unidos. ?Esto impulsó la idea de que los parques nacionales tienen la increíble oportunidad de hablar sobre el
cambio climático?.
Los parques que intentan no perjudicar el clima tienen una herramienta
electrónica llamada
CLIP, que se puede exportar gratuitamente a otros países quequieran medir el impacto de sus parques en el clima, dijo Norton.
¿Y qué dicen lo que los visitantes del parque al no tener acceso a comodidades
tales como el agua embotellada?
Los barcos que pasan por el Parque Nacional de la Bahía de Glaciares desprenden el 61 por ciento de las emisiones del parque.
?La gente visita un parque nacional para estar en un ambiente natural y para salir
del ruido de la ciudad. Quieren verse inspirados por cosas que nunca habían visto
antes?, afirmó Jim Gale, jefe de intérpretes en el Parque Nacional de Volcanes en
Hawái, en la isla de Hawái, en el océano Pacífico. ?El público quiere que los
parques sean un legado pa
ra sus hijos, y para los hijos de sus hijos?.
Agregó que los visitantes se mostraron impresionados por iniciativas como las de
fuentes para llenar las botellas que filtran el agua de la lluvia por medio de arena
y la ponen al alcance del usuario con electricidad generada por paneles solares.
Cuando se les pregunta, dijo Gale, todos apoyan la meta de conservar el agua y
usar energía renovable.
Cada vez menos rastros del carbono en los parques
La meta de Zion es rebajar las emisiones de gases de efecto invernadero en un 28
por ciento para el año 2020, utilizando las medidas del año 2004 como base. La
flota de vehículos del parque está siendo convertida gradualmente a híbridos o
eléctricos, y el programa de reciclaje trató unos 28.000 kilos de basura durante
los primeros siete meses del año. El parque también está planificando hacer
neutrales energéticamente todas sus operaciones. Solamente eliminar el agua
refrigerada del centro de visitantes, por ejemplo, ha reducido el consumo de
diez por ciento. ?Estamos haciendo progresos,
aseveró Ron Terry, jefe de interpretación y de servicios a los visitantes en el
parque.
El Parque Nacional de Volcanes en Hawái se ha comprometido a reducir para el
año 2012 las emisiones de transportes en un 12,5 por ciento menos del nivel
registrado en 2006. Se han comprado dos autobuses impulsados por hidrógeno
que se están probando en los difíciles terrenos del parque, donde hay alturas de
hasta 3.000 metros sobre el nivel del mar, hasta llegar al tope de los volcanes en
actividad que hay en el parque.
Mientras tanto los empleados del parque están en transición hacia un grupo
central motorizado, en lugar de tener un cada uno un vehículo. También se alienta
a los empleados a viajar en bicicleta a sus centros de trabajo y a sus domicilios o
a dos oficinas satélites cuando sea práctico. ?Estamos realmente tratando de
cambiar el comportamiento y queremos que nuestros empleados actúen en lugar
de hablar sobre actuar?, dijo Gale.
Aunque esas metas son loables, los parques y su personal tienen un impacto
relativamente pequeño en el medioambiente, teniendo en cuenta que la mayor
parte de los parques son áreas silvestres. Los 392 parques de la nación, con sus
20.000 empleados, producen conjuntamente emisiones de dióxido de carbono
equivalentes a 19.000 viviendas, agregó Norton. Ese rastro crece
considerablemente si se tienen en cuenta los millones de automóviles, autobuses,
cruceros y aviones que transportan a los visitantes, añadió.
El próximo paso para los parques que intentan no perjudicar el clima es establecer
planes de transporte regional que evaluarán la manera de llevar a los visitantes
hasta la entrada del parque de una manera más favorable al ambiente. Los
primeros planes serán establecidos en el año 2010 en los parques del noreste de
Estados Unidos, afirmó Norton