La Convención de las Naciones Unidas sobre Municiones en Racimo, la cual compromete a los Estados parte a no utilizar este tipo de armamento, bajo ninguna circunstancia, fue ratificada por la Asamblea Legislativa este jueves, con 68 votos.
Tras la ratificación en cada país, los miembros de la ONU no podrán desarrollar, producir, adquirir, almacenar, conservar, transferir, directa o indirectamente, ayudar, alentar o inducir al uso de este tipo de municiones, usadas para atacar objetivos militares dispersos, los cuales dejan bombas enterradas sin explotar, que posteriormente matan a civiles, entre ellos mujeres y niños.
Naciones Unidas también considera que la utilización de armas en racimo obstruye el desarrollo económico y social, debido a que retrasan o impiden la rehabilitación post conflicto, la reconstrucción, el regreso de refugiados y personas desplazadas internamente y pueden impactar negativamente en los esfuerzos nacionales e internacionales de construcción de la paz y asistencia humanitaria.
La Comisión de Relaciones Exteriores, Integración Centroamericana y Salvadoreños en el Exterior consideró que la ratificación del instrumento es un paso importante para el Derecho Internacional Humanitario, ya que establecerá las bases jurídicas en materia de cooperación para la destrucción de la munición y la limpieza de las zonas afectadas.
Mariela Alvarenga
Unidad de Coumunicaciones y Prensa