Una ley de pureza que ya no rige
En Alemania hay reglas para todo, también para la elaboración de la cerveza. La ley de pureza, que tiene 500 años de antigüedad,
determina que la verdadera cerveza contiene solamente agua, lúpulo, malta y levadura. Contrariamente a la creencia popular,
esa norma ya no rige más, pues la Unión Europea la canceló en 1987. Sin embargo, muchas cervecerías la respetan al pie de la letra.