La población mundial crece, la tala de bosques no cesa y las épocas de sequía son cada vez más intensas. ¿Cómo asegurar el suministro de agua potable en el futuro?
El hombre no puede vivir sin agua. Tan sencilla condición de supervivencia ejerce una gran presión por la consecución de agua potable para los 7 mil millones de personas que necesitan calmar la sed todos los días. En la Semana del Agua, en Estocolomo, una conferencia mundial se ocupa del tema del 26 al 31 de agosto de 2012.
No es que no haya agua suficiente: más de dos terceras partes de la superficie de la Tierra están cubiertas del líquido, solo que no es potable. Pero los tratamientos de desalinización utilizados hasta ahora no son los más efectivos.
Científicos alemanes trabajan en el desarrollo de un método de desalinización que podría complementar el actual:
Los altos contenidos de sal del agua marina la hace no solo impotable sino dañina para la salud humana. Fabio La Mantia y su equipo, de la Universidad Ruhr, de Bochum, desarrolla un método de desalinización basado en una batería:
«Conectamos la energía eléctrica que retira la sal del agua…”
La sal marina se compone de sodio y cloruros. Estas partículas tienen cargas tanto positivas como negativas; si se exponen a la corriente eléctrica, ésta las obliga a agruparse, y se pueden entonces sacar del agua.
Fabio La Mantia utiliza en su laboratorio dos bandas de carbón como electrodos:
«Sobre el tejido de carbón ponemos un material mezclado con un pegamento y diluido en una especie de anilina”.
La sustancia, compuesta de manganeso y oxígeno, atrapa los iones de sodio del agua. La segunda banda está recubierta con una capa de polvo de plata que fija el segundo componente de la sal marina, los cloruros.
Alberto Battiste, del equipo de La Mantia, explica los siguientes pasos:
«Hemos calculado que para extraer del agua una cuarta parte de la sal, hay que someterla a corriente de un miliamperio durante 40 minutos.”
La energía fluye y se hace visible en una curva descendente en el computador. Hasta ahora es posible extraer solo el 50% de la sal y esto se debe a que los materiales de los electrodos no son óptimos porque frenan el flujo de partículas y, por consiguiente, de la desalinización.
«Por ello necesitamos mejorar los materiales para lograr un 98% de desalinización…”
Un nivel de desalinización que hace potable el agua marina. El método implementado hoy en todo el mundo es la llamada ósmosis inversa. La ósmosis inversa (OI) es usada en barcos, aviones, industrias, hospitales y domicilios. Con la ayuda de múltiples membranas se consigue filtrar el 40% de la sal marina contenida en el agua. Este proceso empero, requiere grandes cantidades de energía. Fabio La Mantia propone, por ello, la combinación de ambos métodos:
«Mi método funciona muy bien con grandes concentraciones de sal y la ósmosis inversa con bajas cargas salinas. Si con el método de batería podemos extraer hasta el 90% de la sal marina, con la ayuda de la ósmosis inversa logramos purificar el agua un 8% más para obtener así agua potable.”
La combinación de ambos métodos permitiría además, alargar la vida útil de las plantas desalinizadoras, lo que ahorraría muchos costos. Pero primero, el equipo alemán de investigadores tiene que mejorar el rendimiento de sus materiales para que puedan purificar grandes cantidades de agua. Fabio La Mantia es optimista:
«Nuestro método tiene apenas un año, el de ósmosis inversa tiene 40. Así que son muchos más los experimentos que tenemos que realizar.”
Autor: Brigitte Osterath /José Ospina-Valencia
Editora: Emilia Rojas