La alcaldía local colaboró en la organización del recibimiento de la caravana. El recorrido evangelizador comenzó el 24 de abril y terminó el pasado domingo 29. “Juntos oremos por la paz de El Salvador” era la frase que abanderó el recorrido denominado Ruta de la Vida, organizado por la iglesia católica a través de Lumen 2000 El Salvador, Fundación Dei Verbum y la Diócesis de Santa Ana. Tras visitar los municipios de Chalatenango, Puerto El Triunfo, Cojutepeque, Puerto de La Libertad, Caluco y San Miguel, la clausura de la ruta se llevó a cabo en la ciudad de Atiquizaya. La caravana recorrió las principales arterias de la localidad para luego integrarse a una procesión que partió de la parroquia Inmaculada Concepción de María. La marcha religiosa llegó hasta el parque San Juan, donde más de tres mil feligreses se dieron cita para celebrar la tarde de alabanzas con la animación del ministerio Dei Verbum. Con temas como Granito de mostaza, María Inmaculada y Ruta de la Vida llenaron el ambiente de paz y armonía. “Es algo único y es un privilegio que hayan elegido nuestro municipio para realizar la clausura de este gran evento, donde estamos pidiendo por la paz de nuestro país”, agregó el párroco local Miguel Macías. Tras el concierto hubo participación de Víctor Iraheta, directivo de Lumen 2000, quien se dirigió a la feligresía, y Monseñor Tobar Astorga, obispo de la diócesis santaneca. La homilía para pedir la tranquilidad de El Salvador fue presidida por Luigi Pezzuto, nuncio apostólico, y Monseñor Martín Ávalos, vicario general de la diócesis de Santa Ana, presidió la adoración al santísimo. “Conducirnos a Jesús, como único camino de realización para todo ser humano, es la vía para llegar a una plenitud para que no sigamos perjudicando más a la patria y a nuestros hermanos con tanta violencia. Todos debemos de trabajar para edificar la paz en el mundo entero y la sociedad más cercana”, dijo durante su ponencia el obispo Romeo Tobar Astorga.