El coronavirus está ya en 14 países de América Latina. Hasta este 12 de marzo, se había confirmado la presencia de COVID-19 en Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Chile, Ecuador, Honduras, México, Panamá, Perú, República Dominicana y Paraguay.
Después de la declaración de pandemia de la Organización Mundial de la Salud (OMS), parece haber consenso entre médicos, políticos y administradores de toda la región sobre que ahora el objetivo es «mitigar su expansión”, como lo expresó Samuel Ponce De León, médico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a El FinancieroTV. Ponce de León, especialista en enfermedades infecciosas, agregó que «la estrategia de mitigación debe durar hasta un año o más”, que es el tiempo que calculan los microbiólogos para el desarrollo de una probable vacuna.
Hasta este 12 de marzo, el número de casos en América Latina llegaba a los 252, ninguno de ellos en El Salvador, en donde «justo para evitar que llegue el virus» el presidente de ese país centroamericano, Nayib Bukele, decretó una cuarentena nacional.
En entrevista con DW, el infectólogo salvadoreño Jorge Panameño, explica que esto significa que ningún extranjero, que no tenga razones especiales, podrá ingresar a El Salvador sin pasar 30 días aislado en instalaciones que disponga el Estado». Una intempestiva medida que generó aplausos, estupefacción y caos en las instalaciones de inmigración este jueves en San Salvador, toda vez que había vuelos que ya estaban en camino hacia ese país. Entretanto, los extranjeros se encuentran en galpones del Ejército.
«La cuarentena no es una prisión, las personas no cumplen un castigo», acota el renombrado infectólogo de SEPES, un centro especializado en enfermedades infecciosas y parasitarias, quien advierte que «los lugares de cuarentena deben estar acondicionados para ofrecer ciertas comodidades básicas” y reconoce que «El Salvador aún no está preparado para garantizar la cuarentena, no en un lugar digno”.
Pero, a pesar de los problemas de implementación, Panameño, aprueba la medida: «En calidad de especialista en enfermedades infecciosas, pienso que es válida, sobre todo porque se trata ya de una pandemia». El médico explica a DW por qué el caso de El Salvador tiene sus razones propias: «Mantener el coronavirus todo el tiempo que sea posible afuera del país es importante porque El Salvador no cuenta con los recursos para enfrentar una ola de infecciones”, justifica el infectólogo, recordando que, si en Italia la epidemia ha sido catastrófica, con más razón podría serlo en América Central.
Realidades y dimensiones diferentes
¿Qué pueden hacer países como México, con 125, Colombia, con 50 o Argentina, con 44 millones de habitantes? «La realidad de cada país es diferente”, acota el especialista en medicina tropical. El doctor Panameño invita a analizar que «no hay una fórmula general para enfrentar esta pandemia: «Primero, la escala de la economía mexicana es muchas veces mayor que la de El Salvador, que tiene 6 millones y medio de habitantes y un territorio de 22 mil kilómetros cuadrados”. Panameño resalta que «incluso en el mismo México, la situación en sus diversos estados federados es muy distinta” e invita a «manejar la crisis del coronavirus de acuerdo a las condiciones, recursos y realidades de cada país o región”.
Planificar es la palabra clave de Jorge Panameño, para quien «el peor enemigo ahora es el pánico”. ¿Cree que algunos exageran con el grado real del peligro que representa el coronavirus? «No”, replica el infectólogo. «Las medidas que se tomen ahora en América Latina, por drásticas que sean, son solo una compra de tiempo para elaborar las medidas de contención, nacionales e internacionales», concluye Jorge Panameño, quien está convencido de que «todas las medidas de prevención y contención que se tomen ahora son necesarias, justamente para evitar perder vidas por un colapso de la atención médica”. Una postura que sí vale para toda América Latina, trátese de países pequeños o grandes.
(cp)
Fuente DW