El ciudadano presidente Nayib Bukele anunció el día de ayer Viernes 17 de Abril, la instalación de un cerco sanitario en el municipio de la Libertad, dentro de las acciones para obligar a la población a guardar la cuarentena para evitar el contagio en territorio salvadoreño. Sin embargo estas decisiones que vulnera los derechos humanos de sus habitantes no le corresponden al Ejecutivo bajo ninguna circunstancia.
Si bien es cierto la población debe acatar las normativas dictadas en Estado de Emergencia aprobado la semana recién pasada en el Salón Azul de la Asamblea Legislativa, no debe usar la represión que esta gestando un descontento generalizado que puede desencadenar un estallido social.
La economía de El Salvador se mueve por el dinamismo de las micro y pequeñas empresas en su mayoría y, que hoy por hoy se mantienen cerradas a excepción aquellas que proveen alimentos, medicamentos y otras de utilidad publica.
A diferencia de otras economías como Rusia, Estados Unidos, Japón, China, que pueden paliar la situación subsidiando los salarios de los desempleados mas vulnerables, El Salvador subsiste de los impuestos de la empresa privada y las remesas de los salvadoreños en el exterior, especialmente en los Estados Unidos que cada día deporta salvadoreños que agravan la situación ya que también deben pasar a cuarentena.
Una situación complicada la que pronto se estará enfrentando el joven presidente que no a medido las consecuencias ya que este es un país en desarrollo, en donde el flujo de la remesa a disminuido considerablemente y que aunado a la enfermedad se vuelve peligrosa.
A estas alturas de dictar las medidas sanitarias, no existe un plan real para hacerle frente y pese al llamado de los que trabajan en el sistema de salud carecen de insumos y equipos propios para estar en la línea de fuego.
Solo juntos y a conciencia podremos salir adelante de esta