AUTORITARISMO, IMPROVISACIÓN, PÁNICO - Periódico EL Pais

AUTORITARISMO, IMPROVISACIÓN, PÁNICO

Por

Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra

Editor de PUBLICACIÓNACCION http://publicacionaccion.blogspot.com

San Salvador, 13 de marzo de 2020.

La amenaza del coronavirus ha causado pánico, dejando al descubierto la improvisación del Ejecutivo y favoreciendo el autoritarismo. Las medidas del Ejecutivo, amenazan paralizar la vida cotidiana de los salvadoreños, provocando riesgo de desabastecimiento y caos, en los servicios estatales.

Este caos, controlado por el Ejecutivo, le permite canalizar el pánico, hacia la aprobación de presupuestos imposibles de cubrir a futuro, paralizando también, las acciones políticas de los opositores al Gobierno.

El coronavirus es riesgoso por su transmisión: tiene un índice mucho mayor que sus primos: la influenza o gripe común, pero puede agravar otras enfermedades subyacentes. Pero fuera de la prevención normal, de lavarse las manos y de guardar cama, como con un resfriado común y tener la consideración de usar mascarilla o de cubrirse con pañuelo al toser, muy difícilmente, podrá evitarse. Alemania calcula que el 70% de su población, será infectada y no se ha podido contener en Estados Unidos o Italia, pese a los esfuerzos de contención, por lo que muy difícilmente, podremos evitarlo nosotros.

Las medidas, aprobadas por el Gobierno, han creado pánico, que puede producir un desabastecimiento, porque han sido cerradas nuestras fronteras. Las primeras víctimas son quienes han venido del extranjero y, las han obligado a una cuarentena de treinta días, siendo que la incubación del virus, no puede ser mayor a doce días, de tal manera que, estas personas estarán detenidas innecesariamente: ninguno ha cometido delito y merecen toda consideración en su alojamiento, no en hacinamiento con cucarachas y sin las medicinas para las enfermedades crónicas, que tienen restricción al viajar.

El papel del Cardenal Rosa Chávez y su comitiva, al usar sus influencias para ser liberados de la cuarentena, es deplorable, pues su obligación, como sacerdote es con su grey (pueblo) y de sufrir a la par de ellos, dando consuelo. La conducta del Cardenal Rosa Chávez, ha sido la opuesta a la realizada por el Padre Maximiliano María Kolbe O. F. M. Conv. que murió voluntariamente, en lugar de un desconocido en el campo de Auschwitz, luego de negarse a abandonar a los detenidos, para darles consuelo espiritual, en su desgracia.

Por la actual crisis, Nayib Bukele pretende $ 2000 millones de dólares, y sin los controles normales sobre el uso de esos fondos. Esta crisis también tendrá impacto en el proceso electoral, pues faltan las campañas internas de cada partido y éstas, no se podrán realizar. Si bien, siempre se podría ejercer la libre expresión, no podrían realizarse reuniones políticas para debatir este problema, ni demostrar el descontento hacia el Ejecutivo o exigir públicamente soluciones a este problema. Las redes sociales están dominadas por sus troles.

La única campaña efectiva, es la de prevención, advirtiendo a cada ciudadano de la necesidad de la higiene y de su responsabilidad para con los demás y que, al sentir algún síntoma sospechoso, se retraiga, pues en el caso del Cardenal Rosa Chávez y sus acompañantes o cualquier persona que haya venido de Italia, pueden haber traído el virus al país.

Hay cientos de salvadoreños varados en países extranjeros, sin poder regresar a su país; son víctimas de la irresponsabilidad de este Gobierno, pues no sabemos de su condición económica para poder sostener sus gastos, durante un mes en el extranjero. Lo único que se puede hacer, es exigir cordura y serenidad a este Gobierno, que no utilice esta calamidad pública, para explotar el miedo y llenar sus bolsillos, consolidando su autoritarismo.

El aceptar el Habeas Corpus, en favor de los internados en cuarentena, es una muestra de cordura de parte del Poder Judicial, pues muchas Alcaldías, siguen el desatino del Ejecutivo.

La libertad es el bien más preciado que poseemos, hagamos uso de ella, y protejamosla con nuestro poder soberano.

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