Doña Ana Margarita de Fuentes y Alma Carolina Fuentes abren las puertas de su casa a Periódico El País para conocer el nacimiento miniatura que elabora cada año para celebrar la navidad, una cálida sonrisa es el preámbulo que nos conduce hasta donde se encuentra el Nacimiento, que a primera vista causa tal impresión que se vuelve difícil decidir por dónde empezar y es que el clima navideño se percibe a fuerza de arte cuando se aprecia las figuras que han sido colocadas con total esmero.
La tradición comenzó hace más de 60 años, lo comenzó Ana Margarita de Fuentes; la continúo su hija Alma Carolina Fuentes quien ahora mantiene viva esta tradición navideña.
“Esto ya viene de familia, mi mama y ahora yo como su hija retomo esta bonita tradición que año con año tratamos de mejorar” relata Carolina.
El nacimiento de este año mide tres metros de ancho y 4 de largo. Ocupa casi de manera total una de las habitaciones de la casa doña Margarita, ubicada en el municipio de Metapán en el departamento de Santa Ana. Solamente queda libre un pequeño costado de la habitación para recorrer por ahí mientras se aprecia el minucioso trabajo.
La apertura al público fue el pasado domingo 4, “Me felicitan y con eso lo agradan a uno”, dice Carolina mientras se dibuja una sonrisa de satisfacción en su rostro. El nacimiento gigante es visitado cada año por los pobladores del Metapán quienes circulan por la calle y que a simple vista genera curiosidad.
El trabajo para armar el nacimiento requiere sobre todo paciencia según ella. Doña Margarita y Carolina comienzan a sacar las piezas que utilizara con varios días de anticipación. “Desde noviembre se empieza a preparar el material, pero para empezar el 25 de noviembre”, explica.
Aunque no tiene contados a cabalidad todos los elementos utilizados en su nacimiento, carolina calcula que dispone de caso 2,000 piezas. Sin embargo, no todas terminan teniendo un lugar en el nacimiento “Con el tiempo algunas piezas han ido perdiendo su color o se han dañado, y esas piezas las sustituimos”, comenta carolina.
El nacimiento tiene todo lo que se podría desear en un pueblo: Una iglesia, un mercado, cerros y pobladores alegres y laboriosos.
El desmontaje del nacimiento comienza allá por el 15 de enero y tarda aproximadamente 5 días para que cada elemento quede cuidadosamente guardado a la espera del próximo nacimiento, que no es igual todos los años.
Para Periódico El País les informo, Eduardo Ruiz