Se hunde la rueda de la fortuna de 400 millones de pesos - Periódico EL Pais

Se hunde la rueda de la fortuna de 400 millones de pesos

3a111e1a7156034241bb10fb252f2493_LDesde ayer decenas de trabajadores laboran en el cambio del piso sobre el que se encuentra la “Estrella de Puebla” para detener el derrumbe. Los trabajadores informaron a CENTRAL que el granito colocado originalmente no resistió el peso de la noria ni de la grúa que permanece ahí por motivos de seguridad.
A tan sólo 8 meses de su inauguración, la rueda de la fortuna de 400 millones de pesos ?una de las obras más representativas del gobierno de Rafael Moreno Valle? se hunde. Ayer, decenas de trabajadores llegaron a la noria gigante para remover la superficie en la que fue colocada y cambiar el granito por adoquín para detener el derrumbe en la zona.

En un recorrido realizado por CENTRAL, se pudo observar alrededor de una decena de empleados quienes informaron a este medio de comunicación que el piso que está justo en la parte trasera de la noria gigante no resultó lo suficientemente resistente ocasionado que la grúa —que está ahí por protocolo de seguridad— se sumiera.

A fin de no suspender las actividades de la mega rueda, los trabajadores deben realizar las excavaciones durante toda la mañana para que la “atracción turística” funcione por la tarde, según su horario regular.

La fecha para concluir el cambio del suelo no está definida, sin embargo los empleados han recibido instrucciones del gobierno encabezado por Rafael Moreno Valle para que el cambio de piso en dicha zona se termine lo antes posible.

En la parte posterior de la noria gigante se cercó el acceso al parque para evitar accidentes por las obras, y en la avenida se encuentran estacionados camiones con material de construcción y maquinaria.

El Parque Lineal y la rueda itinerante más grande del mundo, conocida como la “Estrella de Puebla”, fueron inaugurados el pasado mes de julio de 2013, siendo los proyectos más costosos ejecutados por la administración estatal, pues ambos suman la cantidad de 400 millones de pesos.

Además de causar controversia entre los ciudadanos, desde su apertura las obras han presentado dolores de cabeza para el morenovallismo, pues en sólo 8 meses la rueda gigante ha suspendido operaciones en 4 ocasiones debido a diversas fallas mecánicas.

CENTRAL dio cuenta que a tan sólo un mes de su inauguración la noria pasó de moda, pues ni poblanos ni turistas se acercan a dicha “atracción” ocasionando que el proyecto solo haya alcanzado ingresos por 10.5 millones de pesos de los 351 mil usuarios que se han subido, según cifras oficiales difundidas por la administración estatal.

Debido a la opacidad en la adquisición de la rueda de la fortuna, el diario internacional El País, publicó un reportaje en el que acusaron a Rafael Moreno Valle por el derroche de recursos y la opacidad en la que los mantuvo.

Cabe mencionar que las críticas se acrecentaron luego de que el año pasado el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de DesarrolloSocial (Coneval), dio a conocer que Puebla pasó del cuarto al tercer lugar entre los estados más pobres del país.

REPORTAJE DE EL PAIS.COM (lINK http://internacional.elpais.com/internacional/2013/07/09/actualidad/1373397913_091113.html)
La noria más grande y opaca de América Latina
El Gobierno del Estado de Puebla se vuelve ejemplo de opacidad y cerrazón mexicana al emprender arbitrariamente un millonario proyecto de entretenimiento
SONIA CORONA México 9 JUL 2013 –

El Gobierno del Estado mexicano de Puebla (centro del país) ha emprendido la instalación de una noria – la más grande de América Latina- en medio de la polémica por la forma opaca y clandestina con la que el proyecto se ha concebido. La rueda ha sido pagada con dinero público de una región del país que ocupa el cuarto lugar nacional en pobreza, con el 61% de su población en esas condiciones, según datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Además, toda la información relacionada con su instalación y administración ha sido ocultada de los ojos de los ciudadanos.

En medio del paisaje suburbio de la ciudad de Puebla (distante a 137 kilómetros de la capital mexicana) y al lado de un centro comercial se ha montado la estructura de la noria de 80 metros de diámetro, que según las autoridades servirá para animar la llegada de turistas a esa ciudad. La controversia comenzó por el precio que el Gobierno estatal ha pagado por la atracción: 15 millones de dólares sólo por la rueda y otro tanto igual por la construcción de un parque que albergue la estructura. Al saber de su compra, algunos miembros del Congreso local y ciudadanos cuestionaron que se destinara dinero público en la adquisición de esta atracción.

El anuncio de la compra no lo hizo el Gobierno de Puebla sino la compañía alemana Maurer German Wheels que entonces promocionaba la venta de la rueda transportable más grande del mundo, la R8XL. Una estructura itinerante con 54 góndolas con capacidad para ocho personas en cada una y cuatro cabinas adicionales, denominadas VIP, donde pueden viajar seis personas. El Gobierno poblano justificó la compra bajo el argumento de que se adquirió para celebrar el 5 de mayo –una famosa batalla que ocurrió en Puebla y en la que México derrotó a Francia durante la invasión de 1862- y que para atraer a los turistas iba a ser instalada en el centro de la ciudad. Puebla es el séptimo Estado en México en ocupación hotelera y se caracteriza por recibir turistas nacionales atraídos principalmente por la historia colonial de su ciudad capital, que tiene un millón y medio de habitantes.

La rueda ha sido pagada con dinero público de una región que ocupa el cuarto lugar nacional en pobreza
El Gobierno local se limitó a informar en febrero que 30 millones de dólares del presupuesto para transporte cubrirían el costo de la rueda, sin presentar a los legisladores locales el proyecto. “Esta rueda no puede ser, por un lado hay municipios que parecen del primer mundo y por otro hay zonas de alta marginación. Las acciones de Gobierno siempre deben ir enfocadas a equilibrar el desarrollo, no a polarizarlo”, señala Ernesto Leyva, diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), cuyo grupo parlamentario se ha opuesto a la instalación de la noria. Leyva es representante de Acatlán de Osorio, la región mixteca al sur del Estado de Puebla, una de las mayores zonas expulsoras de inmigrantes de México hacia Estados Unidos. Allí, asegura, existen áreas donde la población padece pobreza extrema y en el que proyectos de construcción de caminos están aún pendientes por falta de financiación.

Las dudas sobre la pertinencia de adquirir la rueda, las han acentuado la opacidad y la carencia de información pública por parte del Gobierno estatal, asegura Lilia Vélez, presidenta en Puebla de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (AMEDI). Desde enero, Vélez ha hecho solicitudes de información a la administración local para conocer el impacto que el proyecto tendrá en el turismo local, así como para saber a detalle el gasto hecho en la atracción. Tras seis meses no ha obtenido una respuesta que despeje sus dudas por parte del Gobierno de Rafael Moreno Valle, un ex priista, ligado a Elba Esther Gordillo, que llegó al poder respaldado por el derechista Partido Acción Nacional (PAN) y el izquierdista de la Revolución Democrática (PRD).

La información sobre el costo de la rueda y el contrato de compra han sido clasificados como reservados durante siete años, y los estudios sobre el impacto turístico no existen. “Si todo está bien, no tendrían por qué ocultarlo”, comenta Vélez, “si van invertir tanto dinero en algo que de primera impresión es superfluo o poco importante, deben tener un argumento muy sólido en por qué vale la pena invertir ese dinero en eso y no en otra cosa como salud, educación, o el combate a la pobreza”.

Fernando Crisanto, portavoz del Gobierno estatal, confirmó a EL PAÍS que la información sobre la noria está reservada. Tras la petición de este diario de una entrevista con los encargados del proyecto, comunicó que ningún funcionario local puede hacer declaraciones sobre los detalles de la rueda y que el Gobernador Moreno Valle, la inaugurará el 22 de julio. A la polémica se ha sumado la asignación de la administración de la rueda a la empresa AyPP Constructores, una compañía creada en 2010, año en el que Moreno Valle asumió el cargo, y a la que el Gobierno local le ha asignado cuantiosos contratos en los últimos tres años. El desconocimiento sobre el futuro de la rueda es total, las autoridades tampoco han explicado por qué esta empresa fue elegida para operar la noria, ni el destino de las ganancias que la atracción generará en los próximos años.

El costo y el contrato de compra de la noria han sido clasificados como reservados por siete años
Las respuestas a las solicitudes de información de ciudadanos y periodistas dicen que la divulgación del proyecto “puede causar daño o perjuicio al interés del Estado y poner en riesgo su realización, o lesionar los intereses públicos o colectivos”. Sin embargo, no se explica cuál puede ser este daño. Eduardo Bohórquez, director ejecutivo de Transparencia Mexicana, señala que los casos de ocultamiento de información por parte de los gobiernos estatales en México son frecuentes. En el caso de Puebla, la ley local de Transparencia, por ejemplo, carece de la prueba de daño, una figura que obligaría a la administración a explicar por qué desvelar la información sobre la noria representa un riesgo. “Un asunto que debería ser de trámite, incluso de orgullo en términos de la inversión pública, se convierte en un asunto que tiene un velo de sospecha y de incertidumbre que va deteriorando la confianza en las instituciones públicas. Como estrategia, sin duda, es mejor hacer pública la información desde el principio”, comenta Bohórquez a este diario.

Tras un debate de varios meses sobre la instalación de la noria, que no pudo ser montada en el centro turístico de la ciudad por ser un área cultural protegida, se designó su construcción en la zona de Angelópolis, una franja al poniente de la ciudad en disputa territorial entre los municipios de Puebla y San Andrés Cholula. El Gobierno fue pragmático y pidió permiso para instalar la rueda en los dos Ayuntamientos. “Pareciera más una cuestión de capricho, una frivolidad, una ocurrencia, cuando en ninguno de los instrumentos de planeación del Estado estaban considerados estos recursos”, opina el concejal del Ayuntamiento de Puebla, David Méndez, quien se ha opuesto a este proyecto al observar que comenzaba como un plan poco claro y transparente.

La prensa local anuncia ya que la entrada a la noria costará unos 7,5 dólares, alrededor de dos días de salario mínimo en México. Un precio por debajo de los 28 dólares que el London Eye, la rueda en el corazón de Londres, cobra por un viaje de 30 minutos, pero alto para una región que no goza de un imán turístico como el de la capital británica. Por la noche, cientos de luces ya iluminan la noria que se ve a varios kilómetros de distancia y desde varios puntos de una ciudad que no se distingue por la altura de sus edificios. La rueda avanza lentamente durante las pruebas para su próxima apertura. Su brillante iluminación, sin embrago, contrasta con la oscuridad con la que el proyecto ha sido concebido.

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