Margaret Thatcher: férrea, amada y odiada - Periódico EL Pais

Margaret Thatcher: férrea, amada y odiada

A pesar de ser de familia pobre, Margaret Thatcher llegó a ser una figura política del siglo XX. Su dura lucha contra el sindicalismo y la política de distensión en la Guerra Fría le valió el apodo de “Dama de Hierro”.

Thatcher murió este 8 de abril de 2013 a los 87 años tras padecer un accidente cerebrovascular. Durante su vida política, algunos la veneraron como una modernizadora que transformó su país, mientras otros la acusaban duramente de profundizar la brecha entre pobres y ricos.

Entre las imágenes perdurables de su liderazgo en el Reino Unido destacan, sobre todo, las ligadas al conflicto: enormes confrontaciones policiales con el sindicato minero, el manejo de un tanque de guerra luciendo un pañuelo blanco en su cabeza, y las llamas en Trafalgar Square en medio de revueltas por un impuesto local impopular que finalmente llevó a su caída.

Con sus opositores era muy franca: «Esta mujer no va a cambiar», dijo una vez a miembros de su propio Partido Conservador que la instaban a que moderara sus políticas.

Carterazos contra “el continente”

Otros que se cruzaron en su camino, particularmente en Europa, fueron víctimas de sus fulminantes ataques verbales, con frecuencia denominados «carterazos», debido a la clásica cartera de cuero negro que siempre portaba la mandataria.

La rígida y frontal Thatcher, la única mujer primera ministra de Gran Bretaña, llevó a los conservadores a obtener tres victorias electorales, gobernando entre 1979 y 1990, el período continuo más largo en el cargo de un primer ministro británico desde comienzos del siglo XIX.

Junto con el presidente estadounidense Ronald Reagan, Thatcher formó una fuerte alianza contra el comunismo. Pero cuando los alemanes del Este terminaron con la dictadura socialista y derribaron el Muro de Berlín en 1989, interpuso su preocupación de que surgiera una Alemania unificada y poderosa.

El “»thatcherismo», una política sin corazón

finalmente la llevaron a perder el poder. «Una tirana brillante rodeada de mediocridad», fue como la describió el ex primer ministro Harold Macmillan. «Esa condenada mujer», fue el veredicto menos benévolo de Edward Heath, otro primer ministro y antecesor de Thatcher como líder del Partido Conservador.

En la cima de su poder, la particular personalidad de Thatcher la convirtió en una de las figuras más conocidas de Occidente. Adicta al trabajo, pasaba 18 horas al día en actividad, tras las que solía relajarse con una copa de whisky.

La “guerra” a los sindicatos

Tras ganar las elecciones el 3 de mayo de 1979, lanzó una serie de reformas sociales y económicas diseñadas para terminar con lo que consideraba una espiral del declive industrial, alza impositiva y control excesivo por parte del Estado. Combatir los incrementos salariales generadores de inflación y modernizar la economía implicaba recortar el poder de los sindicatos. Luego de algunos cambios a la ley y una dura huelga de un año, que terminó en una derrota para los mineros en 1985, se acabó la posibilidad de los sindicatos de influir en los gobiernos de Gran Bretaña

Fuente:  http://www.dw.de/margaret-thatcher-f%C3%A9rrea-amada-y-odiada/a-16729080

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