Recientemente un grupo de valientes salvadoreños hicieron de
tripas corazón y se lograron clasificar como la cuarta selección
de fútbol playa del mundo, Este hecho es realmente histórico
y trascendental para nuestro país y no solamente por el hecho
de poner el nombre de nuestro pequeño terruño en el conglo-
merado mundial, sino por el carácter en que se llevo a cabo y
los contrastes que se han generado:
Primero el origen de nuestros muchachos: muy humildes y sin
ninguna pretensión más, que el deseo de ganar aunque fuese
un partido en una justa mundial y que el nombre de El Salva-
dor apareciese en los listados, en ningún momento pidieron
fogueos con equipos internacionales, ni retiros en el extranjero,
en locales caros y hoteles de lujo, tal como lo piden otros se-
leccionados y seleccionadores, que tienen DT caro y que no
han rendido los mismos resultados, Segundo hoy todos quie-
ren opinar sobre lo buenos que son, pero ninguno creyó en su
momento lo que pasaría y otros hasta dijeron y escribieron
tonteras a través de las redes sociales para luego retractarse y
hacer valer que fue “Sin querer queriendo”. yo creo que la
lección de humildad que estos jóvenes nos han dado es lo más
importante de todo y no hay necesidad de llevar arena al Esta-
dio Cuscatlán, pero si es necesario llevar humildad y el deseo
de hacer bien las cosas bien al Estadio Cuscatlán, sin tanto
mercantilismo, pompa y circunstancia, es necesario que nues-
tros periodistas entiendan que no deben ensalzar la vanidad
de los jugadores que en su momento hace algo bueno y dejar
de pensar que como ya se hizo el primer paso, ya llegamos al
final con grandes honores, lo hicimos cuando fuimos a México
luego en España, y vean el resultado, no podemos construir
sobre bases débiles o en el aire, esos castillos se caen y nos
hacen hacer el ridículo, no pretendamos comernos el rico pas-
tel sin antes haber comprado los mejores ingredientes que
estén a nuestro alcance y haberlos cocinado. Estos muchacho
con su humildad y con el deseo de hacer bien las cosas nos
han dado un ejemplo a seguir que debemos todos sin excep-
ciones dar de sí sin pensar en sí, todas las cosas tienen una
forma de ser hechas, solamente se puede hacerlas “Bien
ejemplo en otras situaciones de la vida salvadoreña.
Me pregunto cómo es posible que en El Salvador existan 263 cir-
cunscripciones electorales para igual número de alcaldes y solamen-
te 14 circunscripciones para 84 diputados, por que no elegir uno por
cada circunscripción electoral y así dar vida al verdadero voto resi-
dencial, ya que se elegirá por zonas que corresponden al lugar de
residencia y el electo será realmente el representante de esa comu-
nidad. ¿Por qué en nuestro país tenemos que vivir con “cuellos”? ¿
por qué no podemos conseguirlo por nuestros esfuerzos.? ¿Por que
priva la mediocridad sobre lo justo y bueno? ¿Por qué la ilegalidad
prevalece sobre lo legal? el caos no debe privar sobre lo justo. Que
el triunfo de los muchachos futbolistas de playa, que marque un
cambio Copernicano en la vida de nuestro país y comencemos a
hacer las cosas como se debe y nos sintamos orgullosos de ello, y
cuando cantemos nuestro himno orgullosos podamos decir:”De hijos
suyos podernos llamar”.
Jóvenes de la selección de playa, gracias por hacernos ese llamado
a nuestras bases, a nuestros orígenes, si el llamado llega a donde
debe llegar que Dios y la patria os premie.
El compromiso nuestro es que las cosas marchen por mejor camino y
dejemos de quejarnos que aquí no se puede y que si no hay dinero
se vuelve imposible cualquier cosa,, es cierto el dinero es importante
pero no lo es todo, entendamos que solamente “Se da de sí cuando
hay una real entrega”, hagamos líderes. Está claro que nuestro país
necesita de verdaderos líderes y si no me creen porque teniendo
fútbol en nuestro país la afición futbolera se divide en Barcelonistas y
Madridistas o más criollamente entre Fasista y Antifases, buscamos
afuera de nuestras fronteras porque no tenemos mucho adentro de
ellas, debemos iniciar un verdadero cambio sin politiquerías ni gan-
guerias, que los muchachos playeros le den de nuevo sentido al
honor y que sepamos que realmente si se puede, con dedicación,
buen trabajo y honradez, y especialmente humildad, está claro que
sin arrebatar para todos da Dios. Salvadoreños busquemos dentro de
nosotros mismos y ayudémonos a salir adelante y hagamos patria.
Edgardo Moreno Alfaro.