Periódico El País
El pasado 19 de octubre, mientras nuestro país se preparaba para comenzar la transición de la temporada lluviosa a seca, una fuerte tormenta causó un serio daño en la conocida Barranca El Chupadero, ubicada entre la 31 y 37 calle poniente. El desprendimiento de tierra generó que al menos dos viviendas de la comunidad Emanuel tuvieran que evacuar la zona por seguridad.
También, generó inconvenientes para las comunidades educativas del Centro Escolar INSA y la Escuela Interamericana, quienes perdieron parte de la maya y el muro perimetral respectivamente. A la fecha la situación continúa siendo de riesgo para las personas que transitan por la zona y para los estudiantes de ambas instituciones educativas.
En una verificación realizada por Periódico El País en la zona, se pudo observar que la cárcava continúa ganando terreno, principalmente bajo el terreno de la Escuela Interamericana, en donde se ha colocado una pequeña capa de cemento para evitar que las últimas lluvias del pasado invierno continuaran humedeciendo la tierra.
El colegio ha tenido que tomar algunas medidas, entre ellas construir una defensa perimetral improvisada con madera y láminas, el cual se encuentra a varios metros de distancia de donde en realidad finaliza el terreno que les corresponde, también en la parte baja de la cárcava se puede notar que se han realizado trabajos de mitigación en la zona, que únicamente han evitado que los estancamientos de agua continúen en la zona.
El jefe regional de Protección Civil, Ronald Alemán, explica que estos trabajos se realizaron de forma coordinada con la municipalidad, pero reconoce que son trabajos aislados y no definitivos, por lo que la cárcava continúa siendo una amenaza para la población en general. Según explicaron el día del derrumbe en esta cárcava, el proyecto requiere de una atención integral, por lo que habría que realizar una fuerte inversión en la zona.
Las autoridades también recomiendan a las personas que transiten por el lugar a que no se detengan a la orilla de la cárcava, pues buena parte del suelo ya se encuentra debilitado y en cualquier momento podría haber un derrumbe y caer a más de 20 metros de altura. Principalmente en el sector donde se ha colocado el cemento, ya que esa zona se encuentra prácticamente “en el aire”.
Hasta el momento no se tiene definido cuándo se realizarían trabajos más serios en esta cárcava, pues la falta de recursos es una problemática que han tenido que enfrentar desde siempre para intervenir este lugar. La población aledaña a este lugar espera que las autoridades puedan trabajar en verano para evitar que los daños continúen en la temporada lluviosa 2014.
