Por. Lic. Johan Alberto Tomasino Ramírez
Analista
Para el periodo legislativo del 2015-2018, la junta directiva de la Asamblea Legislativa, cuenta con un grupo de asesores, bajo su jerarquía institucional. Así también cada Diputado goza de dicho privilegio.
Es incomprensible que en los momentos más críticos, cuando se lucha contra fenómenos como la inseguridad, violencia, una economía deplorable, sin estabilidad en educación, falta de medicamentos en el sistema de salud, etc., vengan los mal llamados padres de la patria, con prácticas que van en contra de las necesidades de todo un país.
Son 94 asesores, que alcanzan una planilla aproximadamente $169,927.27 dólares en salarios, dañando el bolsillo de cada familia salvadoreña, es inaceptable ver la astucia con la se benefician a costa del trabajo y sudor de la población, quienes que apenas logra ganar a diario el sustento de sus familias, tengan que soportar tales acciones, contratan ex funcionarios y en muchos de los casos familiares, y como siempre burla tras burla, aprueban cerca de $50,000 dólares, en el supuesto que servirán para la remodelación de oficinas de diputados, debido a la nueva conformación política en dicho poder de estado, hace necesaria esta remodelación, es aquí cuando debemos preguntarnos: ¿Por qué simplemente hacen una reubicación de fracciones; si van a gastar en un nuevo edificio para albergar la Asamblea Legislativa, que razón tiene la remodelación?, soluciones hay, pero no despilfarrando.
El país pide al gobierno sostenibilidad, y como lo pueden lograr?, trabajando sobre un eje fundamental, “seguridad”, superando esto, habrá inversión interna y extranjera, todo inversor tiene temor, y como no, si hasta en los medios de comunicación se ve a grupos pronunciándose sobre su accionar (asesinatos, extorsiones, etc.).
La legislatura anterior aprobó préstamos millonarios, muchos destinados a seguridad, en lo social, etc., que han hecho con estas inversiones, no hay transparencia institucional y social, es triste verles cómo se rasgan las vestiduras, cuando lo único que hace falta es voluntad de hacer bien las cosas.
Critican a otras instituciones estatales por su mal uso de presupuesto, que no hay austeridad, cuando ellos mismo, no logran limpiar la casa, recordemos, hace un par de años fueron criticados por el gasto millonario en arte en sus diferentes rubros, así como la compra de regalos en una fiesta navideña extravagante, viajes “oficiales”, a donde vamos a parar con este abuso de capital?.
Debe haber transparencia en la administración de fondos, la inversión de estos, debe utilizarse para resolver problemas de país, no logran una verdadera inversión extranjera, no hay seguridad jurídica, por un lado, por otro no hay colaboración entre los tres poderes de estado, al contrario hay una lucha constante entre la Asamblea y la Sala de lo Constitucional, que es lo que buscan entonces un estado fallido, señores Diputados cuando sean cuestionados por su actuar, ya no se oculten en que han sido electos por voluntad del pueblo y que todo lo que hacen es en pro de El Salvador.
Hay quienes se lavan las manos (PCN), diciendo que cada centavo utilizado en la remodelación dentro de su fracción, está saliendo de su bolsa, pero no mencionan que dicho gasto e inversión, les será reembolsado de forma íntegra; ARENA, se muestra a favor de la creación de una normativa que regule la contratación de asesores.
Cada fracción política, se ve ambiciosa de ostentar el poder económico, y dejan en segundo plano las necesidades El Salvador, un país que busca, una economía estable, un país libre de violencia, educación segura y al alcance de sus hijos, inversión extranjera, fuentes de trabajo, producir lo necesario para el consumo interno, y poder exportar nuestros productos.