El Salvador, el pais mas pequeño de Centro America, considerado en los años 70’s como la Suiza de Centro America, ha venido decayendo al ser gobernado por personas cuyo objetivo ha sido primordialmente su prosperidad personal, dejando abandonado en el camino, aquellos rubros que generan bienestar social como el sector agropecuario incluyendo el cultivo del café considerado el grano de oro que generaba el mayor porcentaje del PIB, que ahora lo generan las remesas.
El abandono del sector informal y la falta de apoyo al industria en lo que al financiamiento se refiere, la falta de educación y de atención medica, falta de empleos y oportunidades ha ido generando descontento general en la población, en silencio pero creciendo que a futuro puede desencadenar un estallido social.
Pero en un recorrido de malos gobiernos por 30 años, llegamos al actual que preside el clan Bukele, con una agenda de de medidas anti democraticas para lograr el poder absoluto, con la que el pueblo salvadoreño se hartó, y corriendo el riesgo de contagiarse e incluso morir por el contagio del covid19, decidieron organizarse en una marcha pacifica y demostrar que los salvadoreños en primer lugar rechazan el bitcoin, piden trabajos, y se corrijan los errores del pasado.
El recuerdo de la toma de la Asamblea Legislativa encendio las alarmas en la población, pero luego por la emergencia del covid-19 y las medidas adoptadas y nunca antes vistas en 100 años, que fue la última pandemia – como el reparto de los 300 dólares y luego los alimentos, los hizo ver como super gobierno, y ahora a medida quepasa el tiempo e ir conociendo los detalles mas a fondo del manejo de los fondos – el descontento se hace notar y la situación se pone cada vez mas tensa.
«Un presidente no se elige para pasar 5 años señalando los errores del pasado, sino para corregirlos y enrumbar al pais a la prosperidad» que en estos momentos no se vislumbra al final del camino.
El termómetro está en rojo y las proximas elecciones los golondrinos no la tienen facil, sino toman conciencia de la difícil situación de pais. El dinero no le alcanza a los salvadoreños y subir el salario no es la solución, debemos empezar a volvernos productivos y dejar de ser un pais consumidor. Mientras no se comience a pensar como salvadoreño no vamos a ninguna parte como pais.
Que Dios bendiga El Salvador