Siempre durante las Fiestas Julias los canales de televisión envían a sus entrevistadores al centro de Santa Ana y la pregunta más lógica y frecuente es: ¿por qué a Santa Ana se le llama la Ciudad Heróica? Desgraciadamente algunas personas no saben la respuesta de dicho calificativo. Motivado por ese desconocimiento de algunos santanecos, me di a la tarea de elaborar estas líneas a efectos de ilustración a la población, por supuesto de manera muy resumida.
Todo fue debido a la gesta heroica de los 44 en 1894. Dice la historia que en aquellos años existía la dictadura de los Hermanos Ezeta, Carlos el presidente en San Salvador y Antonio el vicepresidente en Santa Ana. Tendríamos que remontarnos a aquella época y entrar en contexto para descubrir si realmente era una dictadura. A mi juicio no fueron tan malos gobernantes, pues hicieron algunas buenas cosas para El Salvador. Entre ellas: introdujeron un impuesto sobre las exportaciones de café, una reducción de las horas de tarea diaria de los campesinos, obligación de dar los tres tiempos de comida a los jornaleros, aumento del pago diario a 2 colones por jornada cuando anteriormente se pagaban solo 18 centavos diarios al campesino. Crearon el Colón como moneda nacional, se crearon además algunos bancos. Todo esto molestó a los cafetaleros por lo que en Santa Ana se inició un movimiento armado que terminó derrotando a los Hermanos Ezeta.
Posiblemente contribuyó grandemente al descontento, la actitud que siempre mostraba Antonio Ezeta en Santa Ana. Dice la historia que era muy prepotente, mandaba a la cárcel a sus opositores, exigía cuantiosas sumas de dinero por excarcelarlos, exigía préstamos a los agricultores valiéndose de muchas persuasiones, solo pasaba gastando mucho dinero en peleas de gallos, y no contestarle un saludo o no cederle paso en la acera era motivo de cárcel. Todo eso fue generando un descontento general que provocó una reacción colectiva que llevo al movimiento insurreccional. En 1893 se iniciaron intentos de golpe de estado, los cuales fracasaron. Los lideres fueron encarcelados y fusilados. Poco a poco muchos líderes tuvieron que huir a Guatemala donde se fue formando un grupo comandado por el General Rafael Antonio Gutiérrez, el General Lisandro Arévalo y el Mayor Tomás Regalado. Estos fueron coordinando planes con gente que infiltraron en el cuartel, edificio donde estuvo el Colegio de La Asunción en Santa Ana, y en la policía, edificio en donde actualmente está la Alcaldía Municipal.
Acordaron iniciar acciones el 28 de abril y atacar en la madrugada ( 2:00 am ) del día 29 de abril. La cita histórica se inicia cuando entraron desde Guatemala por el poblado de Jerez de la Frontera por la mañana del 28 de abril, llegando luego a Candelaria de la Frontera al mediodía. Luego almorzaron en Comecayo, descansaron y cenaron en el Portezuelo, luego llegando a la aldea San Antonio para finalmente llegar al costado sur de la Iglesia de Santa Lucía a las 11:00 pm. A esta hora ya muchos santanecos se habían unido a la causa. Dice la historia que eran aproximadamente unos tres mil hombres y mujeres.
En Santa Lucía recibieron ayuda y alimentación de parte de muchos lugareños, entre ellos Alejandro Larromana, quien con otros jóvenes se dedicaron a cuidar todos los caballos. También estaba doña Eusebia Brenes, quien les dió tamales y chocolate, doña Concha Aguirre, quien les dio café, doña Chon Linares, les dio pan, y así, etc. En este momento se les une otro general muy aguerrido, Francisco Hurtado. A estas alturas ya el sacerdote Juan de Dios Sandoval, tenía gente infiltrada en el cuartel. Poco a poco llegaron a la barranca de Santa Lucía en la calle de la Caridad, actualmente calle Libertad, cerca de donde hoy queda el centro Teconalá. Luego se fueron acercando a la iglesia El Calvario y parque Menéndez, iniciando el ataque a las 2:00 am. Hubo muertos y heridos pero la acción militar fue tan rápida que se tomaron el cuartel en 15 minutos. El siguiente objetivo era capturar al General Antonio Ezeta, que vivía en la esquina de la calle de la Caridad con la cuarta avenida norte, frente donde actualmente queda el edificio Confía, pero este huyó hacia Coatepeque para pedir ayuda a su hermano Carlos y así retomar Santa Ana. Dentro de esta campaña, el tercer objetivo era tomarse la Policía (actual alcaldía municipal), cuya tarea se le encomendó al mayor Tomas Regalado. Nuevamente hubo muchos muertos y heridos, durando la acción aproximadamente 6 horas y media. Logrado el objetivo el general Gutiérrez puso su puesto de mando en la entrada de la Policía, frente al parque Libertad. Ordenó organizar la defensa de la ciudad en el área del Molino, cerro Tecana, Primavera, Comecayo y Loma Alta. El día 1 de mayo de 1894, firmó ascenso a general a Tomás Regalado, y mandó a publicar en el boletín del ejercito el calificativo de “Santa Ana, Ciudad Heróica”, que es el reconocimiento más grande que ninguna otra ciudad en El Salvador ha recibido.
Se suponía que los Ezeta iniciarían una fuerte y envolvente acción militar para retomar Santa Ana. Efectivamente así se dieron las cosas. Miles de soldados provenientes de la capital intentaron penetrar el cerco defensivo, sin lograr su objetivo. Hubo muchas batallas, pero las más relevantes fueron siete, pero siempre fueron rechazados. En estas batallas brillaron por su valentía y caudillismo el ya General Tomás Regalado, el General Rafael Antonio Gutiérrez, General Lisandro Arévalo, General Francisco Huertado, etc.
La ciudad resistió un sitio de cuarenta y dos días.
Luego de terminada la acción armada se procedió a elegir como presidente de la República al General Gutiérrez, nombrando este a su vez como Inspector General del Ejercito al Gral. Tomás Regalado. Ellos con su fuerza magnética sobre la tropa, su valor temerario y caudillismo, escribieron una página gloriosa, digna de ser recordada por todas las generaciones actuales y futuras! Por toda esa hazaña es que a Santa Ana se le llama la CIUDAD HERÓICA.
Por Dr. Oscar Montes
Historiador