Alemania tiene fama de ser un país respetuoso del medio ambiente y el reciclaje juega un rol fundamental en ello. Por eso, la mayoría de las botellas de cerveza cobran un depósito. En las de plástico es de 25 céntimos y en las de vidrio, 8 céntimos.
Así visto, viajar a la tienda con las botellas vacías tiene sentido: el de recuperar el depósito.
El mundo se ha convertido en un basurero literalmente. Las empresas deberían tener un impuesto adicional por su falta de responsabilidad con el medio ambiente, ya que simplemente envasan sus productos pero no se interesan en recoger la basura que eso representa.
Pero no todo esta perdido, ni hay que hablar de más impuestos sino de una manera efectiva de que esos plásticos y vidrio, retornen y sean reutilizados y es a través de dejar el deposito. De esa manera se garantiza el retorno de las botellas limpias y en un centro de acopio reconocido.
Debemos tomar de ejemplo las buenas prácticas y enseñar a los ciudadanos a cuidar de su dinero.