Los riesgos para sobrevivientes de las inundaciones en Libia - Periódico EL Pais

Los riesgos para sobrevivientes de las inundaciones en Libia

Quema de restos biológicos a campo abierto en Derna como medida preventiva de enfermedades contagiosas.   Imagen: KARIM SAHIB/AFPTras

la mortífera inundación en Libia, los supervivientes se enfrentan a minas antipersona, a las aguas contaminadas y al peligro de que otras presas colapsen en el país.

La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) emitió el pasado 16 de septiembre una advertencia en la que indicaba que otras dos presas del este de Libia podrían estar en riesgo de rotura inminente debido a la subida del nivel del agua.

Esto sucede justo una semana después de que la tormenta Daniel provocara el colapso de las presas de Abu Mansour y Derna, desatando mortíferos torrentes de agua sobre la ciudad de Derna. La OCHA señaló que existen «informes contradictorios» sobre el estado de la presa de Jaza, situada entre Derna y Bengasi, y la de Qattara, ubicada cerca de Bengasi.

En los últimos cinco días, los medios de comunicación libios e internacionales han informado de la subida del nivel del agua y de posibles daños estructurales en estas dos presas, lo que hace temer que se produzca otra tragedia similar a la mortal inundación de Derna.

No obstante, algunos informes sugieren que las autoridades han tomado medidas proactivas para mitigar el riesgo, como la instalación de bombas en la presa de Jaza para aliviar la presión sobre su estructura y la orden de evacuación de los pueblos y ciudades cercanos.

Claudia Gazzini, analista de Crisis Group, visitó personalmente la presa de Wadi Qattara para evaluar la situación. Ella compartió sus conclusiones a través de la plataforma de medios sociales X. «Dada la desinformación que circula, hoy he decidido comprobar en persona el estado de la presa de Wadi Qattara, cerca de Bengasi», escribió, dando un parte de tranquilidad

Fosas comunes

La ONU informó que más de 1.000 personas han sido enterradas en fosas comunes. Aunque a algunas organizaciones humanitarias les preocupa que los entierros masivos aumenten el riesgo de contaminación del agua y de propagación de enfermedades infecciosas, Melanie Klinkner, profesora de Derecho Internacional de la Universidad de Bournemouth, cree que esto ocurre principalmente cuando las muertes se atribuyen a enfermedades contagiosas.

«Los cadáveres sólo plantean riesgos si las muertes son consecuencia de enfermedades altamente infecciosas. Por supuesto, es posible que las enfermedades sean transmitidas por la población superviviente debido a un saneamiento inadecuado», dijo a DW.

Desde el punto de vista de los derechos humanos, es imperativo garantizar un tratamiento digno para su futura identificación, afirmó Klinkner, quien subrayó la importancia de aplicar las directrices y normas de la Organización Mundial de la Salud y de Interpol para garantizar que los cadáveres sean tratados con respeto y puedan ser identificados posteriormente.

Estas directrices implican medidas tales como asignar un código único a cada cadáver, tomar fotografías sin demora, registrar los datos pertinentes de cada individuo y colocar de forma segura cada cadáver en una bolsa especial, debidamente marcada, explicó Klinkner.

Minas terrestres y agua contaminada

Libia está plagada de minas antipersona y otros explosivos. Aunque algunas municiones sin explotar se remontan a la Segunda Guerra Mundial, muchas más han sido colocadas por milicias, fuerzas gubernamentales y el grupo ruso de mercecanrios Wagner Group desde 2011, cuando estalló la guerra civil en el país petrolero.

Libia tiene una de las cifras más altas de víctimas de minas terrestres del mundo. Casi 3.500 libios han muerto por la explosión de minas entre 2011 y 2021, según un informe de la ONU. Con miles de desplazados y trabajadores humanitarios en movimiento, aumenta el riesgo de exposición a las minas, según la OCHA.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) declaró que su equipo está evaluando el riesgo que suponen los artefactos explosivos sin detonar y los depósitos de munición abandonados en Derna. Los supervivientes -sólo en Derna se cuentan unos 30.000 desplazados- necesitan agua limpia, ya que la inundación ha dañado y contaminado la red de suministro de agua potable. Las autoridades sanitarias libias han informado de más de 150 casos de diarrea, con al menos 55 niños intoxicados por agua contaminada en Derna.

(jov/cp)