LA POLÍTICA COMO RELIGIÓN DEL CIUDADANO - Periódico EL Pais

LA POLÍTICA COMO RELIGIÓN DEL CIUDADANO

LA POLÍTICA COMO RELIGIÓN DEL CIUDADANO

Por Mario Duarte.

    En el presente artículo trataré de dar una interpretación de la Política mucho más amplia que la comprendida erróneamente por algunos ciudadanos legos y a la vez aclaro desde ya que la palabra religión no se utiliza en el sentido estricto, sino más bien en su sentido ritual y de compromiso nada más.

    La Política, aparte de ser una ciencia o un arte para otros, no es tampoco sólo una actividad repleta de estrategias para obtener el poder ni mucho menos una colección de consejos y conductas para enriquecerse a costa de los fondos públicos y de los cargos estatales; es decir, a este último respecto, la Política no es sinónimo de crimen ni corrupción como muchos por ignorancia lo aseguran.

    La Política también es mucho más que lo establecido en los derechos y deberes políticos del ciudadano contenidos en los artículos 73 y 74 de nuestra Constitución. La Política es una forma de convivencia entre los intereses de los individuos, la sociedad y el Estado, es la religión del “laico”, es decir, del ciudadano libre y que vive en una sociedad democrática y republicana. Y la considero una religión, en el sentido antes expresado, porque nos liga a crecer y lograr nuestros planes de vida en una comunidad organizada y medianamente justa.  Ello lo hace a través de instituciones y conductas determinadas y teleológicas que tienen como objetivo esencial lograr materializar ese plan de vida individual en un clima de paz y seguridad que no esté reñido con los valores y principios de la comunidad en cuestión.

     Se hace Política simplemente con el hecho de ceder el paso a un peatón, aunque éste no camine ni cruce las calles sobre las señales establecidas para tales efectos en el Reglamento de Tránsito.  Se hace Política también con el hecho aún más sencillo de ceder en las cajas de los supermercados nuestro puesto a una persona con prisa, que lleva pocos productos o por su edad y dificultades físicas.  La Política inmiscuye el buen trato, cortesía y las más elementales normas de urbanidad también, porque incluyen conductas necesarias para mantener el equilibrio de nuestro plan de vida con el plan de vida de otros individuos y con la comunidad.

    La Política es conducta individual y colectiva constante, consciente y totalmente moral, por ello se aprende como se aprende a leer, sumar, nadar, etcétera.  La Política es Ética también al crear espontáneamente normas de dirección en la vida social, sin necesidad que éstas se vuelvan normas jurídicas o propiamente coercibles, al contrario, son normas surgidas de la misma ciudadanía que a diario ejerce el poder mediante sus innumerables actividades, pero de una manera esencialmente empática y condescendiente respecto a sus conciudadanos y con la sociedad.

     La Política entonces como actividad amplia de convivencia individual y colectiva, también incumbe la organización de los individuos para lograr a la vez sus respectivos planes de vida, no sólo desde un punto de vista individual como se ha escrito antes, sino también de manera grupal o colectiva, de dicha facultad nace lo que modernamente llamamos SOCIEDAD CIVIL, la cual considera este articulista, es la única forma de implementar una verdadera DEMOCRACIA basada en el mérito y la justicia de equilibrar las diferentes circunstancias de los ciudadanos bajo las instituciones esenciales de la misma como lo son: LA DIVISIÓN DEL PODER, LA ALTERNABILIDAD EN EL GOBIERNO, LA PARTICIPACIÓN DE LA SOCIEDAD EN TODOS LOS ÁMBITOS DEL QUE HACER DEL PAÍS DE UNA MANERA ORGANIZADA, PERO SENCILLA Y EXPEDITA, EL MANTENIMIENTO DE LA PAZ, LA SEGURIDAD FÍSICA Y JURÍDICA, EL RESPETO A LAS LIBERTADES INDIVIDUALES Y A PARTICIPAR EN LA OBTENCIÓN DE LOS CARGOS PÚBLICOS, UNA VIDA PRIVADA DIGNA, Y, UN LARGO ETCÉTERA.

    En definitiva, la Política es formación, educación, estudio y obligación constante de todo ciudadano, y siendo más exacto, la Política es el ciudadano responsable, educado y moral que necesita toda REPÚBLICA DEMOCRÁTICA próspera y humana.