Centroamérica y el Caribe, 22 Marzo 2022. Este año, la pregunta de qué tendencias
iban a imponerse se resolvió de manera colectiva, más que en ningún otro momento
en la historia. Si lo que enfrentamos en la pandemia pudiera calificarse de alguna
manera desde la industria tecnológica, el adjetivo sería probablemente “necesario”,
pues este contexto turbulento no sólo nos puso a prueba como humanidad, sino que
evidenció el verdadero estado de la adopción tecnológica y la digitalización. Como
consecuencia, aceleró las inversiones que venían rezagadas.
De eso se trató el 2021, de solidificar los sistemas para continuar produciendo con
modelos de trabajo híbridos que demandaron aceleración en las transformaciones
digitales en frentes como la ciberseguridad, la reinvención de las experiencias digitales
y el trabajo remoto, aspectos que eran de interés colectivo. Visto en perspectiva, ‘’los
presupuestos de TI crecieron y a su vez se enfocaron en apalancar desarrollos
absolutamente necesarios. En unos meses vivimos lo que de otra forma hubiera
tomado años, y que difícilmente hubiéramos presenciado sin una coyuntura como la
que nos confinó y nos sacó de la normalidad’’ comentó Nicolas Scuro, Gerente de
Ventas de Soluciones de Datacenter para Multi Country Latinoamérica.
Con las fuerzas de trabajo remoto, las empresas comenzaron a explorar y adoptar con
mayor conciencia las soluciones escalables y la operación en nubes híbridas,
solventando así la disponibilidad de servicios al tiempo que garantizaban la
confidencialidad de los datos. Con esto, se profundizó en los beneficios de los
servicios flexibles, en los que se paga por capacidades de uso y sobre los que se
puede ampliar o disminuir la demanda de forma inmediata, lo que les permitió
adaptarse al creciente uso de aplicaciones de la fuerza de trabajo y al alto número de
dispositivos en uso, mientras los equipos de TI estaban en capacidad de asegurar la
gestión, la accesibilidad y el control total.
Adicionalmente, el incremento exponencial de la data en los últimos meses significó
también aumentar las capacidades de análisis y toma de decisiones a partir del flujo
constante de información, un frente en el que falta mucho por hacer y que seguirá
siendo un foco de trabajo para 2022.
A principios de este año, el estudio “Paradoja de los datos” desarrollado por Forrester
Consulting bajo el encargo de Dell Technologies, buscó establecer cuáles eran los
impedimentos para que las empresas transformaran los datos en conocimientos
prácticos para su negocio y se encontró que, en Centroamérica, 72% de las
compañías están recopilando datos más rápido de lo que pueden usarlos. Ahora, no
es un tema de reconocer el valor, pues el 65% señala que necesita más datos para
desarrollar y crecer su negocio.
De ahí que sea un frente de trabajo sobre el que se seguirán extendiendo capacidades
utilizando tecnologías como machine learning, modelos de datos como servicio y un
mayor análisis de las arquitecturas de procesos. Adicionalmente, trabajaremos cada
vez más con ambientes híbridos y multi-nube, buscando priorizar los datos, usándolos
en las distintas áreas y roles de negocio También veremos mucha innovación a partir
del análisis estructurado y la democratización de la tecnología en las compañías.