Técnicos del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, junto a representantes de la Procuraduría Para la Defensa de los Derechos Humanos, realizaron la verificación técnica en el Rio Ostúa en el municipio de Metapán, departamento de Santa Ana, con el objetivo de evaluar y verificar los daños ambiéntales que se han ocasionado en el lugar.
Y es que la falta de una ley de aguas que castigue el aprovechamiento desmedido de los afluentes permite que empresas agroindustriales desvíen cauces de ríos, lo que daña el medio ambiente y atenta contra la seguridad alimentaria de quienes dependen de la pesca y la agricultura,
El uso constante de pesticidas sin ninguna restricción ni control, es una amenaza ambiental y pone en peligro la salud de los lugareños.
Desde hace meses, en el lugar, maquinaria pesada hace un profundo canal en la rivera salvadoreña del rio Ostúa, en la Vega de La Palanca del cantón San Jerónimo, del municipio de Metapán, canal que tiene como objetivo usar el fuerte caudal de agua que durante el invierno corre por el lugar, erosionando un área de más de 50 mil metros cuadrados de terreno, del lado de El Salvador, por lo que la comunidad muestra su preocupación ante la problemática.
Habitantes de las comunidades aledañas al lugar y defensores del medio ambiente, esperan que el MARN pueda realizar las acciones necesarias y evitar que el problema ambiental sea de mayor magnitud, el cual pueda afectar unos de los mantos acuíferos más importantes a nivel internacional por ser parte del sitio RAMSAR.
Los pobladores solicitan la pronta intervención de las instituciones pertinentes, ya que al dragar el rio y con la entrada de cada invierno, las corrientes arrasan con la rivera salvadoreña, llevándose con esta miles de toneladas de tierra que desembocan en el lago de Guija, azolvándolo.
Para EL Paìs/ Edy Ruiz
