Funcionarios del Gobierno de El Salvador en conjunto con la CEPAL, han documentado los daños ocasionados por la Depresión Tropical 12E, que comenzó el pasado 09 de Octubre y que por 10 días que parecieron una eternidad, mantuvieron en vilo varios países del área centroamericana, Mexico y otros, llegando a la conclusión de que el cambio climático es una realidad y que en los próximos años los inviernos y veranos serán mucho más dramáticos que este año a nivel mundial, impactando directamente las economías y seguridad alimentaria, especialmente en los países más vulnerables como los de la región centroamericana.
La Depresión Tropical 12E, es para El Salvador el segundo evento climático más desvastador, superado en 1998 por el Huracán Mitch, aunque este afectó solamente 84 mil personas en comparación del medio millón de personas este año.
La perdida calculada, aproximadamente de 840 millones incluyendo los daños en los cultivos de granos básicos y otros no permitirán cumplir la meta propuesta en la economía, sino al contrario nos manda de regreso a donde estábamos después de la guerra, o sea hemos retrocedido.
Pero la situación trágica no ha pasado, el Ministerio de Salud tiene que ser reforzado en su presupuesto para dar solución a posibles brotes de todo tipo de afecciones: Respiratorias, gastrointestinales, virales etc.
Lo que se puede rescatar de esta tragedia es que no hubieron muchas muertes que lamentar, o sea que al comienzo se tomaron las decisiones correctas en mantener informada a la población de un posible suceso de calamidad.
Lo verdaderamente alarmante es vemos que el factor tiempo no será suficiente para llevar a cabo las obras de mitigación antes que llegue el próximo invierno y sobretodo hacer llegar a las arcas del Estado el recurso económico para ejecutar cualquier plan que esten gestando.
Se necesitará de un verdadero compromiso gobierno, sociedad civil, empresa privada y comunidad internacional para por lo menos elaborar un plan de contingencia para el proximo año.