América Latina posee un gran potencial de energías renovables: sobre todo en la eólica y la fotovoltaica, pero también en la geotermia. El quid de su desarrollo parece estar en los incentivos… o su falta.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la consultoría Bloomberg New Energy Finance acaban de realizar un estudio sobre las posibilidades de inversión en energías renovables en 26 países de América Latina y el Caribe. El objetivo: ofrecer una especie de «manual para fabricantes e inversionistas que deseen comprender mejor las oportunidades de las energías limpias en la región». Algo muy necesario, ya que de los 260.000 millones de dólares invertidos internacionalmente en renovables en 2011, América Latina atrajo solo el 10 por ciento.
El estudio será presentado completo el próximo 19 de junio de 2012, en el marco de Río+20, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible que se realizará en el 20 aniversario de la primera “Cumbre de la Tierra”. De un avance del estudio, dado a conocer recientemente, se pueden extraer, sin embargo, ya ahora, importantes conclusiones.
No sorprende que el país más interesante para las inversiones en renovables sea Brasil, que de 2006 a 2011 atrajo a empresas y proyectos de energía limpia por valor de 70.000 millones de dólares, la mitad destinada a la producción de biocombustibles. Destacable es que en 2011 los proyectos eólicos en Brasil superaron en inversiones a los de biocombustibles, llegando a 8.800 millones de dólares.
El segundo país más atractivo actualmente, según el BID y Bloomberg, es una sorpresa: Nicaragua. Pero así lo dejan de manifiesto sus indicadores en cuanto a políticas regulatorias, estructura del sector energético, inversiones en energías alternativas y disponibilidad de microcréditos verdes. Entre 2006 y 2011, la inversión acumulada de energía limpia en el país fue de 1.130 millones de dólares. Solo el año pasado se destinaron cerca de 211 millones a los sectores de energía eólica y geotérmica (este último, con gran potencial, es el mayor receptor de inversiones desde 2009).
Sobre el desarrollo y el potencial de las energías renovables en América Latina, DW habló con Alexander Schmidbauer, experto en México y América Latina de Lateinamerikaverein e.V, Asociación Empresarial para América Latina, con sede en Hamburgo.
¿Qué formas de energía renovable tienen actualmente las mejores posibilidades en la región?
La energía eólica es la que actualmente registra el mayor desarrollo y tiene las mejores perspectivas en América Latina. Ello se debe que es la que ofrece la mejor relación costos-beneficios y, muy importante, es una técnica muy avanzada en lo que se refiere a su desarrollo tecnológico. A la energía eólica se recurre con éxito ya por ejemplo en México, donde sobre todo empresas españolas desempeñan un importante papel. Pero también Argentina y Brasil son importantes mercados para el desarrollo de la energía generada a partir del viento. En Costa Rica, la empresa alemana Juwi construyó la Planta Eólica de Guanacaste, con 55 aerogeneradores, uno de los mayores parques eólicos de América Latina. El éxito ha sido tan rotundo, que ya se está planeando una segunda planta.
¿En qué países de América Latina se registran las mayores inversiones alemanas en energías renovables?
Alemania se halla escasamente representada en la región. Las grandes empresas con presencia en América Latina son sobre todo españolas, por ejemplo Iberdrola y Acciona. Y naturalmente también empresas nacionales de cada uno de los países desempeñan un importante papel en el desarrollo de las renovables. Grandes empresas alemanas prácticamente no están representadas, salvo el ejemplo ya mencionado de Juwi, en Costa Rica. Se trata, sin embargo, de un caso muy destacable, ya que Costa Rica planea generar hasta el 2021, como primer país en el mundo, toda su energía de fuentes renovables. Presencia alemana se registra también en Honduras, El Salvador y México, por ejemplo del grupo Siemens.
¿A qué se debe esa escasa de presencia alemana en las renovables en la región?
Hasta ahora, el sector alemán de las energías renovables ha definido otras prioridades, sobre todo en los mercados de América del Norte, Asia —particularmente en China— y también en Europa. Ello tiene que ver con las estructuras de incentivos en esas regiones y países del mundo, bastante más desarrolladas que en América Latina. Por ello la expansión de las empresas alemanas se ha dirigido hasta ahora sobre todo hacia allí y no hacia los países latinoamericanos.
¿Existe barreras para la inversión en América Latina en el sector de las renovables?
Más que barreras se trata de escasez de incentivos, que, a diferencia de lo que sucede en otras regiones, se aplican muy poco en América Latina. Prácticamente no existe, por ejemplo, un atractivo sistema de pagos por la alimentación de la red con renovables. Cuando existen incentivos, por ejemplo en México, se trata de sistemas relativamente complejos. Hay que conocer muy bien las tarifas, que incluyen diferencias de pago según el horario, para poder acceder a los pagos que harían rentable inversiones. Se trata en términos generales de procedimientos bastante arduos y trabajosos. En otras regiones, son decididamente más sencillos.
En América Latina generalmente faltan los recursos públicos y los requisitos financieros por parte de los gobiernos para apoyar estas tecnologías como lo hacen Europa o EE. UU., pero existen la voluntad y el interés en las nuevas tecnologías. La iniciativa privada juega un papel muy importante en este contexto, p.ej. en México Cemex, Grupo Bimbo o WalMart invierten en parques eólicos o solares. En general las empresas de generación eléctrica en AL se orientan por el costo de generación, es decir que las renovables tienen que competir con las otras fuentes “clásicas” de energía (fósil y/o nuclear).
No obstante, existe una clara visión política, también con respecto al cambio climático (por ejemplo también existe un diálogo climático germano-mexicano, la última cumbre climática COP16 en Cancún fue muy exitosa). Concluyendo se puede decir que este desarrollo tomará más tiempo en AL pero las renovables tienen un futuro atractivo en la región.
Autor: Pablo Kummetz
Editora: Rosa Muñoz
Fuente: Deutsche Welle