Luego de mudarse lejos de un gimnasio que atendía a mujeres, Sandra Vázquez tuvo dificultades para encontrar un lugar en el que se hallara cómoda para hacer ejercicio. Debido a ello, Vázquez, antigua infante de marina de Estados Unidos, se ejercitaba en su casa, donde invitó a otras mujeres para que la acompañaran en las rutinas que aprendió durante su experiencia en los campamentos de entrenamiento militar.
“Este concepto se hizo muy popular, tan rápido, que pasé de tener unas pocas clientas a tener más de 30 todas mujeres”, dijo Vázquez. “Decidí que era el momento de poner en marcha ese concepto en un local de ladrillos y cemento”.
Hizo una solicitud de préstamo a un banco y buscó orientación por medio de la Fundación SCORE (Service Corps of Retired Executives). La entidad sin fines de lucro auspiciada por el Gobierno de Estados Unidos ha asesorado en negocios a millones de personas desde 1964. En el año 2020 Vázquez abrió un gimnasio para mujeres llamado “SWT Fitness” en Dunkirk (Maryland). Emplea a 12 personas y ofrece asistencia en nutrición y asesoría en la menopausia, así como clases de ejercicio físico.
Siente mucho orgullo en poder atender las necesidades de la mujer y aspira a mantener su negocio activo para ayudar a sus clientas tanto como a ella. “El éxito no es una cuestión para el día siguiente”, dijo Vázquez, que también enseña inglés para suplementar sus ingresos.
Vázquez, que es de ascendencia puertorriqueña y dominicana, es una más en la creciente cantidad de empresarios hispanos y con origen en América Latina en Estados Unidos. Entre 2007 y 2022 los empresarios de origen hispano y latino aumentaron en un 57 % en Estados Unidos, según un informe difundido en marzo titulado “State of Latino Entrepreneurship ” (Estado del Empresariado Latino, en inglés), de la Escuela Graduada de Estudios Empresariales de Stanford. El informe incluye empresas propiedad de personas de ascendencia hispana o de América Latina. Alrededor de 5 millones de negocios de propiedad de personas de estas ascendencias contribuyen cada año 800.000 millones de dólares a la economía de Estados Unidos, según el informe. Según el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en el año 2021 casi el 25 % de los nuevos empresarios eran de ascendencia hispana o de América Latina.
Robert Fairlie, profesor de Política Pública y Economía en la Universidad de California, en Los Ángeles, dice que el creciente empresariado latino e hispano es impulsado en parte por los inmigrantes, que abren sus negocios a mayor ritmo que los no inmigrantes. “Los inmigrantes toman la iniciativa de dejar sus países de origen para venir a Estados Unidos, y corren más riesgos y son más emprendedores”, dice Fairlie.
Matías Rigali llegó a Estados Unidos en 2015. Un empresario experimentado, apasionado por la comida, nunca había tratado de manejar su propio restaurante. Pero cuando abrió “Empanada Kitchen”, en San Diego en el año 2017, Rigali pronto descubrió las ventajas de abrir un negocio en Estados Unidos.
“Estados Unidos ofrece un contexto único para los empresarios. Las reglas son claras y directas, y las regulaciones son razonables”, dijo.
Para diversificar su fuente de ingresos Rigali se asocia con aplicaciones dedicadas a repartir comida y por medio de otros comerciantes incluso vende su receta familiar para las empanadas, como por ejemplo a cafeterías, cervecerías y bares de vinos. Actualmente ya tiene tres sucursales de “Empanada Kitchen” en la zona de San Diego.
Rigali también abrió una cocina central que está certificada e inspeccionada por los reguladores de Estados Unidos para seguridad alimentaria, por lo cual las empanadas pueden ser vendidas al por mayor en todo el país. Entre la cocina central y sus restaurantes Rigalli emplea a 20 personas.
Su consejo: “Seguir la pasión que se tenga por algo, comenzar poco a poco, tener pocas expectativas, pensar a largo plazo y estar dispuesto a trabajar muchas horas”.