Las mujeres que consumieron una o más bebidas azucaradas al día presentaron una probabilidad 1,78 veces mayor de desarrollar cáncer de mama, en comparación con aquellas que consumieron una o menos al mes, según un estudio publicado en Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention.[1]
Las bebidas endulzadas se mantienen entre los productos más consumidos por la población mexicana.[2,3] No obstante, este tipo de bebidas conllevan múltiples riesgos a la salud; por ejemplo, se ha observado que su consumo aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y algunos tipos de cáncer, como el de hígado y el colorrectal. Asimismo, un estudio realizado en mujeres francesas encontró que también aumenta el riesgo de cáncer de mama, pero la evidencia no es concluyente.[4]
El estudio, realizado por un equipo de investigación del Instituto Nacional de Salud Pública refieren es el primero en explorar la relación entre el consumo de bebidas endulzadas y el cáncer de mama en mujeres mexicanas, considerando la etapa de la menopausia (pre o pos).
Metodología
Se realizó un estudio de caso-control poblacional multicéntrico en: Ciudad de México, Monterrey y Veracruz, en el cual se reclutaron 1.000 casos y 1.074 controles (tasas de respuesta: 94,4 y 87,4%, respectivamente), donde todas las mujeres tenían edades entre 35 y 69 años.
Se evaluó la dieta un año antes del inicio de los síntomas mediante un cuestionario de frecuencia de alimentos validado, empleando tres modelos de regresión logística para analizar la relación entre el consumo de bebidas azucaradas y el riesgo de cáncer de mama, teniendo en cuenta el estado pre o posmenopáusico.[5]
El primer modelo se ajustó por edad, lugar de atención médica y de residencia. El segundo modelo añadió ajustes por ingesta energética total, nivel socioeconómico, educación, actividad física, índice de masa corporal y otros factores relevantes. Finalmente, el tercer modelo incluyó todos estos ajustes, además de calidad de la dieta.
Riesgo de cáncer de mama por porción de bebidas azucaradas
Las mujeres en el periodo premenopáusico y con un consumo de al menos una porción de bebidas azucaradas diariamente tuvieron 89% más riesgo de cáncer de mama (odds ratio [OR] modelo 1: 1,89; IC 95%: 1,20 a 2,96), comparado con aquellas que consumían una o menos porciones al mes. Al ajustar por ingesta energética y otros factores el riesgo fue de 76% (OR modelo 2: 1,76; IC 95%: 1,05 a 2,95). Incluso considerando la calidad de la dieta el riesgo se mantuvo en 78% (OR modelo 3: 1,78; IC 95%: 1,06 a 3,01).
Entre las mujeres en periodo posmenopáusico el riesgo aumentado fue menor y estadísticamente significativo solo en un modelo (OR modelo 1: 1,44; IC 95%: 1,004 a 2,06). Asimismo, en aquellas con mayor consumo de bebidas azucaradas se observó un mayor porcentaje de mujeres con cáncer de mama, tanto en el periodo pre como posmenopáusico, en comparación con el grupo de control.
En cuanto al consumo de bebidas azucaradas, en comparación con el grupo de control, un porcentaje mayor de mujeres premenopáusicas y posmenopáusicas con cáncer de mama se encontraron en la categoría de mayor consumo (premenopausia: 28,7% frente a 23,3% y posmenopausia: 22,1% frente a 17,4%, respectivamente).
Los investigadores discutieron que el consumo de bebidas azucaradas podría incrementar el riesgo de cáncer de mama por diversos mecanismos fisiológicos. En mujeres en el periodo posmenipáusico la adiposidad y sus efectos asociados, como la hiperinsulinemia y la resistencia a la insulina, son factores clave que pueden promover el desarrollo de células neoplásicas. El alto consumo de estas bebidas se relaciona con aumento de peso, resistencia a la insulina y diabetes de tipo 2. Además, se sugiere que la ingesta de bebidas azucaradas puede estimular el aumento de peso por mecanismos que incluyen menor sensación de saciedad e hiperinsulinemia inducida por la alta carga glucémica de los azúcares de estas bebidas. Estos factores, junto con el impacto en los niveles de insulina y el factor de crecimiento similar a insulina de tipo 1 (IGF-1), así como el aumento de marcadores de estrés oxidativo e inflamación asociados a la obesidad, podrían explicar el riesgo observado en mujeres en el periodo premenopáusico.
Entre las limitaciones de este estudio destacan el riesgo de sesgo de recuerdo debido a su diseño de caso-control, la limitación de haber realizado solo una medición del consumo de bebidas azucaradas en la edad adulta, y la ausencia de datos sobre el estado de los receptores hormonales y las etapas clínicas del cáncer de mama, lo que puede afectar la comprensión de la relación entre el consumo de estas bebidas y el riesgo de cáncer.
Continuar con las políticas públicas para disminuir el consumo de bebidas azucaradas
Este estudio aporta información valiosa al campo de la investigación del cáncer de mama, destacando una posible relación entre el consumo de bebidas azucaradas y el aumento del riesgo de cáncer, tomando en cuenta la población de mujeres en premenopausia y posmenopausia.
Aunque los resultados son preliminares y cuentan con limitaciones inherentes al diseño del estudio, se suman a la evidencia disponible que respalda la recomendación de reducir al mínimo el consumo de estas bebidas y continuar implementando políticas públicas dirigidas a disminuir su consumo como medida preventiva en la salud pública.
Alma Lorena Ruelas Yanes
CRÉDITO
Imagen principal: Dreamstime
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