Por
Lic. Fernán Camilo Álvarez Consuegra
San Salvador, 7 de septiembre de 2021.
Gira, el constitucionalismo moderno. en derredor de dos ejes: los Derechos Humanos y la pluralidad en el ejercicio del poder. El eje de los Derechos Humanos expresase, en la defensa y cumplimiento de las garantías individuales, de donde se desprenden las sociales; y, la pluralidad en el ejercicio del poder, en la división de poderes y la alternancia de los mismos. Se han roto en el país, estos dos ejes, provocando confusión dentro del Estado; a continuación, expongo sus síntomas y consecuencias.
Por medio de Nuevas Ideas y, acumulación del poder, Nayib Bukele ha destruido las funciones de la Asamblea Legislativa y por ello, las del Órgano Judicial, Ministerio Público y Corte de Cuentas. En consecuencia, la supremacía del Órgano Ejecutivo, ha destruido también la autonomía Municipal.
La acumulación de poder, ha puesto en riesgo nuestra posición internacional dentro del mundo libre, que no puede comerciar directamente, con quienes violan los principios democráticos, expresados en su estructura jurídica y orden económico, pues rechazan una sola visión política, alcanzada, gracias a la manipulación del marketing y la amenaza a opositores o fuerzas disidentes.
Como primer fenómeno, viene una baja en la economía y, como resultado de pactos con las maras; que representan al crimen organizado, se promueve desde el Estado, por falta de seguridad interna, la emigración forzada. Esta última amenaza a la región y, sus efectos negativos sobre El Salvador, aún no se han sentido, pues son de acción retardada.
El segundo fenómeno, es el intento de manipulación a Honduras y Guatemala, mediante la financiación de Nuevas Ideas, en dichos países y la satisfacción de algunas necesidades médicas en las zonas fronterizas, utilizando vacunas donadas o pagadas, con préstamos otorgados a El Salvador, para luego proponer, mediante troles, que Nayib Bukele, sería el óptimo presidente en dichos países. Todo, con la finalidad de expandir su influencia, posiblemente en convivencia con potencias, que pretenden disputar espacios geopolíticos a Estados Unidos.
El tercer fenómeno, es que poco a poco, va el presente Gobierno, distanciándose de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial y, mayor receptor de nuestra población migrante, cuyas remesas, permiten el equilibrio de nuestra balanza comercial.
Estos tres fenómenos, impactarán negativamente nuestra economía que, hasta el momento, no ha tenido ninguna acción del Gobierno que ayude a fortalecerla; por el contrario, la debilita: los alimentos comprados a México, han drenado nuestra economía, no permitiendo que El Salvador, sea autoabastecido por su producción interna (hasta el café de las bolsas solidarias, fue importado, cuando hay crisis en la caficultura nacional).
La introducción del Bitcoin debilitará aún más, la economía, pero beneficiará a las compañías extranjeras que operarán el sistema Bitcoin, con el Gobierno y facilitará la introducción de alguna moneda digital, emitida por el Gobierno en un futuro cercano, ante su creciente iliquidez (al no tener respaldo, será inevitable una inflación de la nueva criptomoneda y un desabastecimiento, por falta de importaciones).
Al establecerse la existencia de un partido único (Nuevas Ideas) y que Bukele podrá reelegirse, ejerciendo un control férreo de las instituciones gubernamentales, es inevitable que la administración de justicia, se imparta bajo criterios políticos y, el Estado de Derecho no exista, creando una mayor presión social. Será éste, el segundo síntoma de la confusión del Estado.
El tercer síntoma, es que, hasta el momento, Nayib Bukele, avanzando rápidamente, en sus transformaciones políticas, va hacia las económicas, pero sin consolidar o esperar el acomodo del régimen, lo cual genera muchos focos de resistencia social que, serán sofocados mediante la represión, aumentando el descontento social que el Gobierno procurara encubrir, con más asistencialismo y populismo, profundizando la crisis económico-social.