Acciones para cuidar la salud metabólica de nuestros pacientes en las festividades - Periódico EL Pais

Acciones para cuidar la salud metabólica de nuestros pacientes en las festividades

Salud

Las intervenciones durante las festividades decembrinas y los periodos vacacionales de niños y adultos ayudan a prevenir el aumento de peso, según se desprende de una reciente revisión sistemática y metanálisis publicado en Obesity Reviews.[1]

Existe evidencia de que ciertos periodos del año, como las festividades y las vacaciones de verano, están asociados con un aumento de peso, que representa hasta 50 % del aumento total anual en adultos durante el periodo festivo de diciembre.

Según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en 2023 el sobrepeso afectó a más de cuatro millones de infantes menores de 5 años, y a casi 50 millones de infantes y adolescentes entre los 5 y 19 años en Latinoamérica y el Caribe. En cuanto a la población adulta, se estima que más de 50 % de las personas en todos los países de la región vive con obesidad. Estas cifras son preocupantes y requieren de acciones gubernamentales, de centros y profesionales de la salud, así como de otros equipos para implementar medidas de prevención y promoción, así como a profundizar en la investigación sobre este tema.[1]

Importancia del estudio

Michelle Maree Haby de Sosa, Ph. D.

Michelle Maree Haby de Sosa, doctora en epidemiología, profesora e investigadora del Departamento de Ciencias Químico-Biológicas y Ciencias Nutricionales de la Universidad de Sonora, en Hermosillo, Sonora, México, y autora principal del estudio, comentó que, previo al arranque, el equipo de investigación hizo una revisión narrativa sobre la ganancia de peso durante las fiestas decembrinas. «Vimos que las seis semanas entre diciembre y mediados de enero representan un periodo crítico en el que las personas suben la mitad del peso que aumentan en todo el año. Con esta información, es claro que la clave para abordar problemas como la obesidad y el sobrepeso está en modificar estilos de vida y trabajar en actividades de prevención y promoción que ofrezcan soluciones a este problema de salud pública».

Por esta razón, se llevó a cabo una búsqueda sistemática de las intervenciones realizadas a nivel mundial, no solo con el fin de publicar un estudio, sino también para informar y educar a las y los profesionales de la salud y a las entidades involucradas en este tema. Además, buscaban nutrir una investigación que desde hace tres años lleva a cabo el Departamento de Investigación de la Universidad de Sonora, en su campus de Hermosillo, donde aplican estrategias para contribuir al control de la enfermedad, agregó Haby de Sosa.

Para el estudio, «[el equipo autoral utilizó] bases de datos como Medline, EMBASE, PsycINFO, SciELO, LILACS, y Cochrane, entre otras, especialmente registros de ensayos controlados aleatorios. También realizamos una búsqueda complementaria de literatura gris y revisamos las referencias de cada uno de los artículos encontrados para complementar. Además, solicitamos a algunos de los autores de los artículos información adicional sobre más estudios, para que no quedara nada sin abordarse», comentó la especialista.

Principales resultados

Sobre los estudios incluidos, diez fueron de Estados Unidos, uno del Reino Unido y uno de Chile, con dos estudios que presentaron un bajo riesgo de sesgo, dos moderado, siete alto y uno riesgo crítico de sesgo.

La mayoría de la información encontrada consistía en intervenciones dirigidas a infantes en edad escolar o adultos. «Según nuestra experiencia, en los adolescentes es muy difícil lograr resultados contundentes o consistentes; las intervenciones suelen ser poco efectivas, ya que es difícil cambiar el comportamiento en esta población. En cambio, en los niños en edad escolar, las intervenciones probadas se implementaron en su mayoría de manera presencial durante las visitas a campamentos de día, donde los participantes se dividieron en grupos de control o de intervención».

Algunas de las intervenciones consistieron en «clases de nutrición, actividades que incluían ejercicio y se proporcionaron comidas saludables», acciones que permitieron un menor aumento de peso en comparación con los grupos de control.

El metanálisis en infantes contó con cuatro de siete estudios durante las vacaciones de verano (seis intervenciones) y mostró una diferencia media en la puntuación z del índice de masa corporal que favorecía al grupo de intervención (-0,06; IC 95 %: -0,10 a -0,01]; p = 0,01; I² = 0 %, evidencia de muy baja certeza).

«En los adultos, igualmente, la mayoría de las intervenciones propuestas en los diferentes estudios funcionaron, aunque hubo mucha variación en el tipo de intervención implementada».

Con las personas adultas, el metanálisis de cinco estudios mostró un efecto general sobre el peso corporal (mean difference: -0,99 kg; IC 95 %: -2,15 a 0,18; p = 0,10; I²= 89 %), incluyendo 462 participantes (234 grupo de intervención y 228 grupo de control).

Las tres intervenciones principales que se encontraron estaban relacionadas con la nutrición, la actividad física y el apoyo psicológico, el cual engloba elementos conductuales y cognitivos. Según Haby de Sosa, estos elementos se presentaban en diferentes combinaciones y con diversas intensidades. «Llama la atención que las dietas estrictas no se consideran como una acción prioritaria en la prevención del aumento de peso durante las festividades. En la mayoría de las intervenciones usadas en los estudios, solo ofrecían recomendaciones, consejos o sugerencias para reducir el consumo de alimentos poco saludables y aumentar la ingesta de vegetales y verduras. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los alimentos que suelen consumirse en Navidad y fin de año son preparaciones con un contenido calórico muy elevado y que además se acompañan de bebidas alcohólicas y no alcohólicas con un alto contenido de azúcar, de lo que las personas no siempre son conscientes».

Intervenciones prometedoras

  • Infantes: campamento diurno diario durante el periodo de vacaciones de verano con una amplia gama de actividades físicas, como deportes y manualidades, complementadas con desayunos y almuerzos nutritivos y gratuitos. La intervención debe tener una duración de entre 6 a 8 semanas durante 7 a 8 h diarias de lunes a viernes.
  • Adultos: pesaje diario combinado con asesoramiento nutricional basado en la teoría cognitiva social, centrado en la autoeficacia y aplicado mediante un ciclo de retroalimentación personal y el establecimiento de objetivos alcanzables. La duración de la intervención debe ser de al menos 4 a 8 semanas y abarcar el periodo comprendido entre mediados y finales de noviembre y principios de enero.

Recomendaciones de los expertos ante las festividades

Carlos Cristi-Montero,
Ph. D.

Carlos Cristi-Montero, licenciado en educación, doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, académico e investigador de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso en Chile y jefe del grupo de investigación en rendimiento y físico en salud, autor del estudio chileno de intervenciones y quien no participó en el metanálisis, fue consultado por Medscape en español para conocer algunas recomendaciones sobre el mantenimiento del peso en estas fechas.

Para Cristi-Montero es importante proporcionar las porciones adecuadas para la población infantil. «En [estas] festividades se preparan platos típicos que son muy calóricos y la verdad es que las familias hoy en día no dimensionan las porciones ni la cantidad de calorías que cada plato contiene y a los niños los tratan igual que a los adultos. Por eso, en nuestras intervenciones ofrecimos enfoques más detallados a los estudiantes, acerca de cómo entender lo que comen y cómo controlar esa ingesta calórica. Además, les damos a conocer los beneficios de comer bien, así como los riesgos a los que se enfrentan si tienen sobrepeso y obesidad».

También recalcó la importancia de entender que el peso corporal va más allá de los kilogramos; siempre se debe evaluar la masa grasa y, si es posible, la masa muscular, utilizando las herramientas para la evaluación corporal: «El DEXA (densitómetro dual de rayos X), que es el equipo gold standard a nivel internacional, permite tener esos datos completos». Esto, sumado a educar sobre las «porciones de los alimentos, entender las calorías que estos tienen y cuán difícil es, luego de comer, metabolizar esas calorías durante el día» son clave para evitar ganar peso. «Además, como expertos en actividad física, resaltamos la importancia de hacer ejercicio, bailar y mantenerse en movimiento».

Pasos necesarios para intervenciones exitosas

También se debe de considerar la educación de los profesores en los colegios para que refuercen los conocimientos, así como a los padres de adolescentes y niños, para que supervisen el consumo de alimentos y fortalezcan la práctica de actividad física, recalcó Cristi-Montero.

En general, se necesita más conciencia de que ciertas acciones y conductas que adoptamos día a día son dañinas para la población; por ejemplo, la obesidad «no solo interfiere con la salud metabólica, sino también con el rendimiento académico y puede contribuir a enfermedades mentales, como la depresión. Por lo tanto, hay que estar más alertas», agregó Cristi-Montero.

Tanto Haby de Sosa como Cristi-Montero coincidieron en la importancia de los profesionales de atención primaria para generar un mayor impacto en las intervenciones conocidas que pueden provocar cambios en niños y adultos, no solo con proponer actividades, sino participar en la investigación para contribuir con mejores propuestas para controlar el problema. Además de conformar equipos multidisciplinarios donde participen nutricionistas, psicólogos, profesionales del ejercicio físico y otros actores (como profesores y padres), quienes pueden evitar el aumento de peso en épocas festiva

A su vez, «las acciones para prevenir la obesidad no solo suceden en la clínica, sino fuera de ella, por lo que debemos abogar por una mayor participación en actividades de prevención primaria, educar a los actores sobre cómo ayudar en este tema y recordar por qué intervenir en estas actividades contribuye a prevenir enfermedades en el futuro», recalcó Haby de Sosa.

Por su parte, Cristi-Montero destacó la importancia de una solución centrada en el estilo de vida, que «podría tener un impacto significativo en la salud de la población, tanto en niños, adolescentes como en adultos».

Situación a futuro

El equipo de investigación de Haby de Sosa se encuentra actualmente llevando a cabo un ensayo controlado con adultos en Hermosillo, donde hay un grupo de intervención y uno de control que cuentan con muchos de los elementos identificados en la revisión sistemática. «Las intervenciones en el área nutricional, la actividad física, el establecer metas de peso regularmente y el apoyo psicológico son medidas que permiten cambiar hábitos. Ya hemos dado a conocer los resultados preliminares, ahora estamos complementando la información necesaria y esperamos poder tener los resultados definitivos pronto». Los resultados preliminares se encuentran en línea.

«Las intervenciones para prevenir el aumento de peso durante los periodos festivos y las vacaciones de verano son necesarias», concluyó el equipo autoral, y destacó la importancia de realizar más investigaciones en la región para evaluar su eficacia.

Haby, Ph. D. y Cristi-Montero, Ph. D., han declarado no tener ningún conflicto de interés económico pertinente.

CRÉDITOSImagen principal: Dreamstime
Figura 1: Cortesía de Michelle Haby, Ph. D.
Figura 1: Cortesía de Carlos Cristi-Montero, Ph. D.
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