En un taller mecánico cualquiera, sin luces, sin cámaras profesionales y sin ningún guion, surgió una de las historias más originales y entrañables de la comunidad salvadoreña en Estados Unidos. Esta es la historia de Rigoberto Linares, un hombre de 71 años, originario de Santa Ana, El Salvador, y rostro principal del canal de YouTube Llanteros_503, que con sus pasos de baile ha conquistado las redes y ha captado la atención de cantantes de talla internacional.
Llanteros_503 no es solo un canal, es un fenómeno auténtico. Está integrado por Rigoberto, su hermano Jorge Antonio Linares, y su sobrino Marlon Linares, quienes desde un taller automotriz convirtieron sus días de trabajo en una pista de baile para miles de seguidores.
Un hombre común, con un espíritu extraordinario
Rigoberto emigró a Estados Unidos en 1985, con 31 años, dos hijos y un sueño: ofrecerles un mejor futuro. Antes de eso, había hecho su bachillerato en el INSA, Instituto Nacional de Santa Ana, como parte de la primera promoción en Matemática y Física aprobada por decreto gubernamental en 1979, una experiencia que, por cierto, le dejó un sinsabor, pues le quitó la oportunidad de hacer los exámenes privados para los que tanto se había preparado.
Intentó la universidad en Santa Ana, pero las limitaciones de la época le impidieron continuar. Así que decidió trabajar. Lo hizo en CLIMESA durante 12 años, donde se convirtió en hombre de confianza de médicos como el Dr. Marco Antonio Fortín. En EE. UU., no fue distinto: trabajó en imprentas, embotelladoras y talleres automotrices. En uno de ellos descubrió una pasión: la alineación computarizada de autos, especializándose en el tema.
Pero la vida, como suele hacerlo, dio un giro inesperado en 2020. El taller donde laboraba cerró. Coincidentemente, ese mismo año, su hermano compró el taller donde trabajaba, y allí se fue Rigoberto a trabajar, sin imaginar que su nueva rutina lo haría viral.
Un video cambió todo
Un día cualquiera, mientras trabajaba con música de fondo, Rigoberto —carismático y siempre sonriente— empezó a bailar. Su sobrino lo grabó y subió el video a internet. El resultado: ¡casi un millón de visitas en pocas horas! Desde entonces, no han parado. Canción tras canción, ritmo tras ritmo, Rigoberto se convirtió en una sensación de las redes.
Su primer éxito masivo fue con el tema «Ice Ice Baby», que en un año los llevó a alcanzar más de 100 mil suscriptores. A partir de ahí, el canal Llanteros_503 sigue creciendo
Del taller a los grandes escenarios digitales
El fenómeno no pasó desapercibido. El programa Despierta América de Univisión los entrevistó. Otros canales como ¡Hola El Salvador! y celebridades como Carlos Vives, Karol G, Shakira, Carín León, entre muchos otros, han compartido sus videos en sus redes cuando han bailado sus exitos. El estilo de Rigoberto ha encantado a jóvenes, adultos y hasta a quienes no saben bailar, pero se inspiran con su alegría contagiosa.
¿Su secreto? No hay guión, ni luces, ni cámaras profesionales. Solo buena música, ritmo, autenticidad… y Rigo, bailando con el alma.
Un embajador del sabor salvadoreño
A pesar de su fama, Rigoberto mantiene los pies en la tierra —aunque nunca quietos—. Pronto regresará a su vida cotidiana luego de unas vacaciones en El Salvador ya que ha sido contratado para participar en una pelicula, de la que no pudimos conocer los detalles por las clausulas de confiabilidad. Pero lo más emocionante para él es poder apoyar a artistas salvadoreños, compartir su cultura y mostrar al mundo que el talento de los nuestros se puede encontrar incluso en el lugar más inesperado… como en un taller mecánico.
“A mí me gusta un poquito más cuando apoyamos cosas salvadoreñas”, dice Rigoberto. Y lo ha demostrado con creces.
Ver a Rigoberto bailar es presenciar una lección de vida. Su energía, su humor y su pasión son la prueba de que nunca es tarde para brillar, ni para reinventarse.
Hoy, Llanteros_503 supera el medio millón de suscriptores y sigue creciendo. Su éxito nos recuerda que la alegría auténtica no necesita filtros. Solo necesita corazón, y eso a Rigoberto le sobra.
Gracias al Dr. Óscar Montes por conectarnos con este gran personaje santaneco, que desde su taller pone a bailar al mundo.