Internacional
Hoy, la Oficina para Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (INL) del Departamento de Estado anuncia una recompensa, bajo el Programa de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (TOCRP), de hasta USD 500.000 dólares por información conducente al arresto o condena, en cualquier país, de Alejandro Arias-Monge, alias “Diablo”. Arias es el líder de una violenta organización delictiva transnacional y el fugitivo más buscado en Costa Rica. Arias tiene múltiples órdenes de captura en Costa Rica por tráfico de drogas, robo, homicidio agravado y lavado de dinero.
Según la Administración para el Control de Drogas (DEA), Arias ha conspirado con numerosos narcotraficantes y organizaciones del narcotráfico para transportar cargamentos de cientos de kilogramos de cocaína procedentes de Colombia. La cocaína se pasa en contrabando posteriormente a través de Costa Rica, Honduras y Guatemala hasta México, con destino final a Estados Unidos. La organización de Arias utiliza las redes sociales para intimidar a los ciudadanos costarricenses mediante la publicación de imágenes de armas de fuego, mensajes amenazantes dirigidos al público y a líderes gubernamentales, y vídeos de asesinatos. Además, la DEA y las autoridades costarricenses han identificado células delictivas operadas por Arias en las siete provincias de Costa Rica.
La oferta le recompensa de hoy está autorizada por el Secretario en virtud del Programa de Recompensas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (TOCRP, en inglés) que apoya los esfuerzos de las fuerzas del orden para desmantelar la delincuencia transnacional a nivel mundial. Si usted tiene información, comuníquese con la DEA al +1-956-517-7023 (texto/WhatsApp/Signal) o por correo electrónico a CRInfo@dea.gov. Si se encuentra fuera de Estados Unidos, también puede visitar la embajada o el consulado estadounidense más cercano. Si se encuentra en Estados Unidos, también puede comunicarse con la oficina local de la DEA.
TODAS LAS IDENTIDADES SE MANTIENEN ESTRICTAMENTE CONFIDENCIALES. Los funcionarios y empleados del Gobierno no pueden optar a recompensas.