El Alcalde de Santa Catarina Mita, Guatemala, Sr. Gerson García, afirmó: “Somos vecinos estratégicamente bien conectados. Esta hermandad se fundamenta en la visión de impulsar el progreso de nuestros pueblos, sentando las bases para su desarrollo”. Por su parte, el Alcalde de Santa Ana Oeste, Sr. Castro declaró: “Para nosotros, contar con aliados es sumamente importante, especialmente en un momento en que El Salvador está cambiando su historia, ejecutando la visión integral del Presidente Bukele”.
Por su parte el presidente dela Asociación de Zapateros Catarineros de Santa Catarina Mita, expresó:
Si nosotros nos unimos, vamos a hacer realidad todos los sueños que estamos tratando de llevar a cabo. Por algunos años nos hemos estado reuniendo con los miembros de la cooperativa buscando estos lazos de hermandad, estos lazos para producir desarrollo económico para nuestras comunidades, y llegamos al acuerdo de que si nos unimos podemos romper barreras. Las fronteras que solo existen en las cabezas de algunas personas porque como hermanos no debería de haber fronteras entre nosotros. Ustedes son y serán siempre “Nuestros hermanos de El Salvador” y así lo sentimos al otro lado de la frontera, y es un orgullo también vivir en la frontera de este bello país, que esta alcanzado lo que pensamos no se podía alcanzar en tan corto tiempo y queremos ser parte de este desarrollo, queremos sentirnos también, que ustedes nos pueden dar la mano y nosotros a ustedes también.
Gracias al apoyo de nuestro gobierno nosotros logramos tener lo que llamamos en Guatemala el “Sello Blanco”, eso nos va a dar una oportunidad para la cooperativa de Candelaria de la Frontera con nosotros podemos hacer negocios juntos y poder llevar nuestros productos a cualquier país, porque nuestros productos hechos con manos guatemaltecas y salvadoreñas tienen calidad. Apenas estamos empezando esta lucha y vamos a crear una marca en común que nos va a llevar a otros senderos y a demostrar que aquí hacernos buen calzado porque lo hacemos con amor, pensando en los pies de cada uno de ustedes. Además, se convierte en una oportunidad para los hermanos que vienen repatriados, a quienes podremos decirles que no se preocupen por el desempleo local, porque -hermano no te vayas que aquí hay una esperanza-.