Las cabinas telefónicas desaparecen del paisaje en Alemania - Periódico EL Pais

Las cabinas telefónicas desaparecen del paisaje en Alemania

Las cabinas telefónicas desaparecen del paisaje en Alemania

Durante décadas, las cabinas de color amarillo, más tarde magenta, formaron parte de ciudades y pueblos alemanes. Entre tanto, se han quedado obsoletas, y los teléfonos dejarán de funcionar.

La cabina telefónica tiene una larga historia: el primer «quiosco telefónico» se instaló en Berlín en 1881.En la imagen, una «estación telefónica» de 1927 frente a la Iglesia de Jerusalén, en Berlín-Mitte. Entonces había mucha demanda, y las cabinas telefónicas pasaron pronto a formar del paisaje urbano. A partir de 1946, todas eran amarillas.

La imagen de la foto es típica de la década de 1990 había más de 160.000 en toda Alemania, equipadas con guías telefónicas gruesas, que colgaban de un dispositivo giratorio. Las cabinas fueron administradas por la empresa estatal de correos Bundespost, después por Telekom. En las horas punta se solían formar colas.

«Si casi todo el mundo tiene un celular en el bolsillo, no tiene mucho sentido mantener una costosa infraestructura pública», dijo un portavoz de la Asociación Alemana de Ciudades y Municipios. Y, en principio, tiene razón: según Telekom, una gran parte de estas cabinas, como esta, en Bergisches Land, al este de Colonia, están ubicadas en lugares sin funcionar, o se usan como librerías públicas.

Desde principios de agosto de 2020, la ciudad de Lauter-Bernsbach tiene una minibiblioteca junto al ayuntamiento. Esta es una cabina telefónica reformada, que se encontraba en el mismo sitio. El alcalde de la ciudad, Thomas Kunzmann, deseaba conservar la última cabina telefónica del lugar. La oferta tiene buena acogida entre los habitantes.

La cabinas como librerías funcionan mucho mejor que las cabinas telefónicas sin un uso determinado. Casi una de cada tres cabinas telefónicas no facturó ni un euro en 2022. A eso se suman los altos costos operativos debido al vandalismo y al alto gasto de energía de una tecnología, en parte, obsoleta. Hace tiempo que se alcanzó el límite de rentabilidad, según Telekom.

A pesar del escaso beneficio económico, al principio, Telekom no podía desmontar cabinas telefónicas, porque por ley los teléfonos públicos eran su responsabilidad. Eso cambió con una enmienda de la Ley de Telecomunicaciones, a fines de 2021. Ahora muchas terminan en cementerios de cabinas telefónicas, como en la imagen, en Michendorf, Brandeburgo.

Según Telekom, las cabinas telefónicas clásicas ya no existen. Desde 2018, se han mantenido alrededor de 12.000 columnas telefónicas. Hasta principios de 2025, todas habrán desaparecido. Telekom quiere usar el espacio para la tecnología moderna: se construirán pequeñas celdas con antenas diminutas, que ampliarán las señales de los teléfonos celulares y mejorarán la recepción de los móviles.