Para muchos, esta, es una celebración religiosa que anuncia la llegada de la época lluviosa y el inicio del período de cultivos que son regalados por la tierra.
Cabe mencionar que los comerciantes se preparan con varios días de anticipación, para ofrecer al selecto grupo de personas que mantienen viva esta tradición, los artículos necesarios para crear el altar de la cruz.
Cruces, frutos (mangos, naranjas, mandarinas, jocotes y más), adornos elaborados de papel u otros materiales, son comercializados durante los días previos al 3 de mayo y durante este.
La más famosa de las creencias que se mantiene viva durante esta tradición, es la de ubicar el altar de la cruz en el patio de la vivienda, mientras que aquellas personas que lleguen a visitar ese hogar, deben hacer una petición y tomar un fruto de la Cruz, para poder comerlo, como estas hay cosas que contar y de las cuales las nuevas generaciones desconocen.
Los adultos mayores recomiendan mantener vivas nuestras tradiciones y así no perder la cultura que nos representa.
Por: Victoria Cabrera