internet desde un ciber café o con el teléfono celular de un amigo suyo. En ninguno de los casos
sus padres se enteraban del contenido de las páginas web que visitaba.
En alguna medida tanto los padres como sus profesores se percataron que el niño rendía menos
en las clases, no hacía las tareas y había perdido el interés de jugar al fútbol con sus compañeros al
momento del recreo.
Ante este inusual comportamiento del pequeño la maestra le prestó mayor atención y fue ahí
cuando descubrió que el niño tenía una cuenta de facebook, pasatiempo que le estaba llevando
poco a poco a convertirse en un adicto de las redes sociales.
Afortunadamente la maestra notificó a los padres la situación y éstos inmediatamente tomaron
cartas en el asunto. “Le prohibimos jugar con los teléfonos en la casa y ahora si quiere hacer una
tarea o algo en un ciber tratamos de ir con él” dice Rosa Margarita López, madre del menor.
Incluso esta familia asegura que hará un esfuerzo para adquirir una computadora para impedir
que el niño tenga que salir de casa por una tarea, “Vamos a ver cómo hacemos porque lo que
queremos es evitar que vea cosas que los niños no deben ver” dice López.
Casos como éste son muchos en las escuelas públicas y colegios privados de nuestro país. Los
profesores aseguran que principalmente es responsabilidad de los padres de familia educar a los
niños sobre el uso de estas herramientas tecnológicas.
“En el área educativa tenemos una cantidad de alumnos y alumnas que los padres no están
normando el horario de uso del facebook o mandar mensajes de teléfonos. Muchos chicos llegan
hasta altas horas de la noche conectados a las redes sociales” manifiesta Vera Alicia Linares,
docente del Centro Escolar Colonia Quiñonez de Santa Ana.
Según la docente esto está provocando un bajo rendimiento en los estudiantes y además provoca
llegadas tardías. “percibimos que se están con sueño en el salón de clase, se recuestan sobre el
pupitre y algunos hasta se quedan dormidos” dice Linares.
Por su parte el profesor Jorge Arrazola del Centro Escolar Ancelma Sánchez del municipio de El
Congo, asegura que los niños pueden estar exponiéndose a ser víctimas de acoso de parte del
crimen organizado.
“Los adolecentes están en grave riesgo, sabemos de la delicadeza del tema. Nosotros en la escuela
no tenemos centro de cómputo pero los jóvenes saben cómo usar todas estas tecnologías”
manifiesta Arrazola.