UNICEF, como todos los años, premia la mejor fotografía. Este año el reconocimiento se lo lleva el fotógrafo iraní Arez Ghaderi, quien capturó la imagen de una niña sonriendo en medio de una montaña de basura.
La foto del año 2016 muestra a una niña rodeada de basura. A pesar del escenario en el que se encuentra, la joven no deja de sonreír. Esta fotografía, captada por el fotógrafo iraní Arez Ghaderi, refleja que no todo está perdido y que hay una esperanza de que los niños puedan ser felices a pesar de las circunstancias que los rodean.
Arez Ghaderi conoció a la niña en Razavi, a donde su familia emigró en busca de nuevas oportunidades. Mientras que los padres salen a trabajar, los niños van a las montañas de plástico en busca de objetos útiles. La fotografía aborda los derechos fundamentales de los niños: su derecho a vivir despreocupados.
Grecia: un momento encantadoMás de 12.000 refugiados, la mayoría provienen de Siria, se encuentran en un campo entre la frontera de Grecia y Macedonia. Ellos esperan llegar a Alemania, la tierra de la esperanza. Un grupo de voluntarios organizó un cine al aire libre para que los refugiados pudieran olvidar por un momento la realidad en la que viven.
El fotógrafo, Ali Nouraldin, quien actualmente reside en la ciudad de Colonia, captó un momento encantado mientras los refugiados miran una película. Esta foto le valió el segundo lugar.
Siria: los niños tienen que resistirLa fotografía que ganó el tercer lugar fue tomada por el fotógrafo Mohamad Badra. La imagen muestra a dos niñas en un edificio que ha sido bombardeado. La situación en Siria es desgarradora ya que todos los días mueren niños, a causa de bombardeos en escuelas y hospitales.
A Mohamad Badra la guerra lo cambió. La vivió en carne propia, por lo cual decidió proporcionar ayuda de primeros auxilios en la Red Crescent, la organización hermana de la Cruz Roja. También apoya psicológicamente a las víctimas.